
José Francisco Molina nació en
Valencia, el 8 de Agosto de 1970. Su carrera deportiva empezó en el Unión Deportiva
Alzira (un modesto club de la localidad de Alzira, en Valencia,
que actualmente milita en la 3ª División española). En este club, Molina mostró
sus características, lo que ayudó a que el Valencia enviase ojeadores para
seguir sus pasos. Finalmente, el club valenciano se decidió y
fichó al cancerbero para sus categorías inferiores.
En el filial del conjunto che estuvo
dos temporadas, hasta que en la mitad de la temporada 93/94 fue cedido al
filial del “rival”, el Villarreal CF. En el submarino amarillo únicamente estuvo media temporada, en
la cual no consiguió convencer a los técnicos del Valencia, ya que acabó
fichando por el Albacete, conjunto con el cual acabaría debutando en la Primera
División del fútbol español, pero club en el que únicamente
estuvo una sola temporada. Curiosamente, en el Albacete empezó como tercer portero, pero una
serie de circunstancias provocaron que debutase frente al Oviedo
el 8 de Enero de 1995.Hombre de equipo por temporada, José Francisco Molina fichó por el Atlético de Madrid, club con el que consiguió grandes éxitos, y donde es recordado como uno de los mejores jugadores y portero que ha pasado por allí. Entre sus logros con el conjunto colchonero, está el haber ganado la Liga, la Copa del Rey y el conseguir el Trofeo Zamora en su primera temporada, lo que se puede denominar como “llegar y besar el santo”.
En el conjunto del manzanares, Molina
estuvo durante cinco temporadas hasta que el equipo terminó en “el
infierno”, descendiendo a la Segunda División, con lo que vivió
las dos caras del fútbol en el mismo equipo: el éxito y el fracaso. En este
momento, Molina acabó fichando por el Deportivo de La Coruña,
llegando a la ciudad herculina acompañado de otros dos jugadores que dejaron
huella, Capdevila y Valerón.
Su última gran etapa en el fútbol la
tuvo en este equipo, con el cual consiguió dos Supercopas de España y una Copa
del Rey, la del “centenariazo”, lo
cual supuso un buen broche para su carrera como jugador, y la confirmación de
que lo que prometía este jugador era real.
También en el
Deportivo, Molina vivió uno de los momentos más amargos de su vida, ya que en
el año 2002 se le fue diagnosticado un cáncer de testículo, que
le obligó a retirarse momentáneamente del mundo del fútbol. Tras
recibir el tratamiento pertinente, y tras unos meses de dudas, en Enero
del 2003 anunciaba en rueda de prensa que estaba recuperado de la enfermedad y
que podía volver a jugar al fútbol sin ningún problema.
Su último año en activo lo terminó
cerca de casa. Y es que en el 2006, tras su último año en el
Deportivo, Molina fichó por el Levante, equipo en el cual no
empezaría con buen pié (suplente en los primeros cuatro partidos), pero en el
que terminaría como titular, después de conseguir convencer al entrenador.
Finalmente en
el 2007 anunciaba su retirada del fútbol profesional.
En cuanto a su
etapa con la Selección Española, cabe destacar que fue convocado para nueve
partidos, debutando ante Noruega. Su debut lo tendrá siempre en
la memoria, ya que no empezó su carrera con el combinado nacional como portero,
sino que una serie de circunstancias provocó que debutase como interior
izquierdo. Juanma López se había lesionado, y los cambios de jugadores de campo
se habían agotado, lo que provocó que tuviese que salir Molina.
Además fue
convocado para la Copa del Mundo de 1998, aunque no jugó ningún partido, y para
la Eurocopa del 2000, jugando el primer partido como titular.
Sin embargo un error en el partido inaugural (ante Noruega, curiosamente),
provocó que fuese relegado al puesto de suplencia.
Actualmente es el entrenador del
Villarreal CF, tras la destitución de Garrido. Su
carrera en los banquillos la inició en el 2009 en el equipo C del submarino
amarillo. Estuvo dos años, hasta que se le encomendó la dirección del filial
amarillo, del equipo B. Su buen hacer en Segunda División, en donde consiguió
mantener al equipo una temporada más, provocó que una vez que la situación del
primer equipo llegó a ser preocupante, la directiva confiase en él como la
persona que podría remediar la situación. Actualmente el Villarreal se
encuentra decimoquinto, con 26 puntos (3 por encima del descenso), mejorando su
imagen y su juego.