
Italia 1934
Tras no
acudir al Mundial inaugural de Uruguay en 1930 por los fuertes gastos del
desplazamiento, la selección se presentó en Italia con un once en el que podíamos
ver a Zamora, Lángara o Quincoces. Fue la anfitriona, apoyada por el arbitraje,
la que tras un partido de desempate (1-1 en el primer duelo) batía a España con
gol del mítico Giuseppe Meazza. Eran cuartos de final, la maldición asomó a la
primera.
Brasil 1950

Chile 1962
Ni Suiza
1954 ni Suecia 1958 serían de la partida para los nuestros. No se recuerdan
muchas plantillas similares a la que ibamos a presentar en Sudámerica. Di
Stéfano se lesionó en la preparación al Mundial y jugadores como Gento, Luis
Suárez, Joaquín Peiró o Del Sol se quedaron huérfanos en cierta medida en
Chile. La decepción no pudo ser mayor, a casa a las primeras de cambio tras
perder ante los que serían los finalistas: Brasil y Checoslovaquia.
Inglaterra 1966
Tras ganar
nuestra primera Eurocopa, nos encuadraron en un grupo junto a Alemania,
Argentina y Suiza, tras perder contra los dos primeros diríamos adios. Aquel conjunto
lo formaban Iríbar, Luis Suárez, Pirri, Ufarte, Amancio… nueva decepción pese a
mantener el bloque ganador en el 64.
Argentina 1978
Tras no
estar en México y Alemania, ya no nos perderíamos ninguna cita más. Y costó
llegar. Un Belgrado repleto de militares fue un infierno en la clasificación,
victoria por la mínima y otra de las imágenes que dejó la historia de la
selección, el botellazo a Juanito. En el Mundial más de lo mismo, victoria ante
Suecia, derrota ante Austria y el “no-gol de Cardeñosa”, que nos apeó tras
empatar a cero con Brasil.
España 1982
Nos han
dado palos, hemos sufrido injusticias y decepciones mayúsculas, pero nuestro
Mundial del 82 se lleva la palma. Eliminados en primera ronda. Arconada,
Alexanco, Tendillo, Joaquín Gordillo, Camacho, Juanito, Alonso, Satrústegui,
Zamora y López Ufarte se presentaron ante los focos, en ese orden de jugadores
en pie a agachados, foto del once ante Honduras y empate a uno. Se sufrió de lo
lindo para ganar a Yugoslavia por la mínima y derrota frente a Irlanda del Norte.
Grupo 2 contra Alemania Federal (derrota) e Ingalterra (0-0). A casa. Más bien,
nos quedamos en casa.
El gol de Michel entró, pero no
subió al marcador. Es la historia del gol fantasma más famoso de la historia de
nuestro fútbol. España perdió 1-0 frente a Brasil pero pasó a octavos, donde
Emilio Butragueño hizo historia, 4 goles frente a Dinamarca y 5-1. Nos toparíamos
con los cuartos y los penaltys frente a Bélgica. Aquel Mundial tuvo mayúsculos
errores arbitrales y un nombre: Diego Armando Maradona. “La mano de Dios” y el
que posiblemente sea el mejor gol de todos los tiempos dieron el pase de la
albiceleste a la final, donde levantó la Copa.
Italia 1990
Nuestra octava participación no
pasó de eso, de octavos. Michel y su hat-trick frente a Corea, un once con él
mismo, Martín Vázquez, Butragueño, Chendo, Salina, Sanchís, Zubizarreta… se topó
con Yugoslavia. Empate y gol en la prórroga. Las críticas que había acallado
Michel con su hat-trick le vinieron de vuelta tras retirar la cabeza en la
barrera en el gol decisivo de Stojkovic en octavos.
Estados Unidos 1994
El primer Mundial para algunas
generaciones, como la del autor. Los que vieron la sangre en la camiseta blanca
de Luis Enrique se fueron igual que él pero sin daños, lágrima en cara. Tassotti
golpearía en la cara a toda España apoyado en el nefasto trío arbitral. 2-1, los
cuartos y los Baggio, fin del asunto. Brasil acabaría con la fortuna de Italia
en la tanda de penaltys de la final. Un Ronaldo Nazario que era mero acompañante
de Bebeto, Romario o Mauro Silva levantaría la Copa.
Francia 1998
Los anfitriones pondrían su nombre
a su Mundial, apoyados en “La Ruleta de Yazid”. Zinedine Zidane marcaba los
tiempos ante un Ronaldo epiléptico en París. Fracaso estrepitoso de La Roja.
Debut ante Nigeria con autogol de Zubizarreta y derrota pese a los goles de
Raúl y Hierro, cerrojo de la Paraguay de Chilavert y un inservible 6-1 frente a
Bulgaria. Decimoséptimos y ‘au revoir’ a Clemente tras seguir haciendo el
ridículo tras el Mundial.
Corea y Japón 2002
La bota de oro fue para Gamal Mahmoud
Ahmed Al-Ghandour. Y el balón. El Mundial de un Raúl consagrado, que llegó al
partido frente a Corea con molestias que impidieron su participación. No hacía
falta, era nuestra oportunidad y lo demostramos en el campo, pero un compendio
de despropósitos del egipcio nos privó de toda esperanza. Gol legal anulado a Morientes
tras que el esférico “saliera” del campo, fueras de juego inexistentes cuando nos
quedábamos solos y para colmo, más para puristas, tanda de penaltys con el portero
coreano continuamente adelantado. El egipcio se fue diciendo que su arbitraje
fue perfecto. Balón de oro para un portero, Kahn, pero fue el Mundial de la
venganza del gran Ronaldo Nazario de Lima y su corte de pelo.
Alemania 2006

Sudáfrica 2010
Qué decir. Tras perder contra Suiza
se presentaron el número 13, el gato negro, una escalera tras nuestras cabezas... Todo lo que empezamos acabó un 11 de Julio de 2010 con ese gol de Iniesta que nos
hizo por fin llorar de alegría. Villa marcando un día tras otro y Puyol mandando
con su melena el balón a la red de la final. Podremos recuperar nuestra mala fortuna
algún día, pero eso, ya nunca sabrá tan mal.
Iniesta, Neymar, Falcao, Özil,
Messi… ya esperan nueva oportunidad. Maracaná dará gloria al nuevo campeón.
Manuel Díaz
@manudp85