
Junto a él llegó Marcelo Bielsa al club vasco, que confió en Ander desde el primer momento. A pesar de tener minutos en el terreno de juego, las cosas no salían como estaban previstas y el Athletic no funcionaba, no se adaptaba al sistema de juego instaurado por el técnico argentino. Poco a poco el juego de los leones mejoraba notablemente y destacaba Ander Herrera como "director de la orquesta". Se convertía en uno de los pilares de este nuevo Athletic y así es como llegó su popularidad y sus magníficas actuaciones contra el Red Bull Salzburgo, Albacete o el mismísimo FC Barcelona.
Desgraciadamente la temporada no acabó como se esperaba perdiendo las finales de UEFA Europa League y la Copa del Rey. En esta última no salió de titular debido a unas molestias en la cadera, lo que hacía ver la larga y agotadora temporada que había realizado el número 21 rojiblanco.
La siguiente temporada fue clave para el jóven centrocampista. Tras un verano "raro" en Lezama, se avecinaba una temporada difícil para el equipo, pero fue lo contrario para Ander. A pesar de empezar la temporada con una lesión en el pubis, la calidad de su juego fue aumentando de manera progresiva a lo largo del año, siendo imprescindible en el esquema táctico de Bielsa y haciendo que grandes clubes se fijasen en él (Barcelona, Manchester United...).

Ander Herrera es un grandísimo jugador y qué mejor manera de demostrarlo que volviendo a desplegar su mejor juego en el rectángulo de juego. Es una diamante en bruto del Athletic y espero personalmente que nos vuelva a deleitar con su mejor versión. ¡Vamos Ander¡
Artículo realizado por Andrés Basurto (@llorentebasurto).
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