Regresó el Manchester City en su versión más arrolladora. Para reírse del doctor Jekyll y su oscuro reverso de Mr. Hyde.
Al City le tocó su día bueno para desgracia de Villas-Boas y vapuleó al Tottenham por 6-0. Aunque parecía difícil que los citizens regresaran por la senda de las goleadas al estilo CSKA en Champions o ante el Norwich, lo cierto es que volvieron a mostrar supoderío como local, a años luz de la imagen que muestran como visitantes.

No fue un City deslumbrante pero si arrollador, con algunas fases de muy buen juego. Un equipo capaz de montar soberbios contraataques en un abrir y cerrar de ojos y con una espectacular pegada.
En la banda, Villas-Boas con el gesto serio sin saber como parar la sangría de su equipo. Los Spurs llegaban con unas pobres estadísticas, aunque sus números defensivos eran bastante aceptables. Además, seguían con el cartel colgado al cuello que les anuncia como uno de los equipos para dar guerra entre los cinco primeros. Tengo mis dudas.
Villas-Boas se decidió por Lamela (primera titularidad del argentino) y dejó a Townsend en la banca, un jugador que le da otro aire al equipo y que facilita mucho más la finalización de las jugadas ofensivas. Poquito de Sandro, Paulinho y Vertonghen y, arriba, sin noticias de Roberto Soldado.

En el otro lado los mecanismos de Pellegrini funcionaban a la perfección. Álvaro «The Beast» Negredo encantado de haberse conocido y cada vez más asentado junto al Kun en una conexión espectacular; Navas en un estado de gracia permanente y, por encima de todo, el buen partido de Nasri. Todos los balones pasaron por él e hizo circular la pelota con solidez y criterio, algo que el público le agradeció con una sonora ovación y que sirvió al jugador para resarcirse de su pobre imagen con Francia en la repesca contra Ucrania que le valió salir del once titular de la vuelta en detrimento de Valbuena.

En resumidas cuentas. Doblete de Agüero (a un nivel excelso), que lleva más goles que toda la zaga del Tottenham, doblete de Negredo (aunque la Premier otorga su primer tanto a Sandro en propia puerta y doblete de Navas, que comenzaba su actuación a los 13 segundos tras un mal despeje de Lloris.
Firmaba así el gol más rápido de la historia del Manchester City y uno de los más rápidos de la historia de la Premier League. Esta temporada iguala los tiempos de aquel gol de Begovic (el guardameta del Stoke). Para ser el más rápido de toda la historia de la Premier aún tendrá que darse más prisa. El récord lo tiene Ledley King, jugador precisamente del Tottenham que tardó poco menos de 10 segundos en marcar contra el Bradford City en el año 2000.

Un artículo de: Álvaro Ramírez.
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