El futbolista vive de las estadísticas. Más que de las estadísticas, de los goles; las asistencias no son tan aplaudidas. Ya puede un jugador encadenar partidazo tras partidazo, que si luego falla ocasiones clamorosas es con lo que se queda el público, y la importancia que tiene la aprobación de la afición para un jugador es bestial. Por contra, como hemos visto por ejmplo con Isco o Gareth Bale, si juegas partidos muy simplones, con poco desgaste y tácticamente nulos, pero metes goles, el pulgar del público mira al cielo. ¿Injusto? pues sí, la verdad.

La ausencia de gol empañaba la excelente tarea táctica de Alexis

Para esto tenemos a dos tipos de futbolista: el mente fría y el ‘cagón’. Hoy hablamos de la segunda especie, Alexis Sánchez. El tocopillano lleva 2 temporadas y media jugando a un nivel muy alto en la Ciudad Condal, en su primera temporada marcó 16 goles y el público estaba contento, y en la segunda fueron 11, pero de los cuales 6 fueron en el último mes y medio de campeonato, pues se tiró 8 meses fallando ocasiones clarísimas.

La afición se desesperaba con el chileno, y noche tras noche salía pitado del Camp Nou. Alexis seguía siendo titular, lo cual puede parecer extraño, pero no lo es para nada. El juego táctico que desarrolla el chileno es el oxígeno para las plantas, el desgaste físico de cada partido es desgraciadamente inapreciable por su afición, tapado por fallos incomprensibles de cara a gol. Sí, Alexis era cagón, y su miedo escénico se encargaba de echar los balones fuera una y otra vez. Pese a su buen final de temporada en ámbitos estadísticos, Alexis tenía pie y medio fuera del equipo.

Afición y rival concentrando sus 5 sentidos en Neymar y Messi; mientras, Alexis bajando los pantalones a ambos

El chileno decidió quedarse, pues aunque fuese incómo tener al público en contra, a sus técnicos los tenia a su favor, desde siempre, y con la llegada de Gerardo Martino aún más. El rosarino le dijo que ni hablar eso de irse, que lo quería sí o sí, y Alexis, que es un chico bastante tímido y asustadizo, no se lo pensó y balbuceó algo como: «ssi si, cla claro que ssi«. El Tata, como hombre inteligente que es, se dio cuenta de la situación e infló la moral del chileno, le prometió el reinado de la banda derecha y quizá pensó que con la llegada tan mediática de Neymar y el protagonismo de Leo Messi, iba a sacar mucho partido de Alexis, pues todos los focos irían, como siempre a Leo, y ahora también a Neymar. Alexis se sentiría mucho más liberado.

No sólo pasaría desapercibido por el rival, sino también por la afición que estaba más atenta a qué regate se inventa ahora Neymar. Y claro, el trabajo tan maravilloso que había hecho Alexis desde su llegada a Can Barça, se vio recompensado con un saco de goles curioso al inicio de esta temporada. Las tornas cambiaron, los pañuelos se convirtieron en aplausos, y los pitos en «olés». Puntaco para Martino.