Llegamos
al ecuador de la Liga BBVA, al final de la primera vuelta de la competición
doméstica para el Granada C.F. El conjunto de Lucas Alcaraz finaliza la mitad
de la temporada con un total de 23 puntos, temporalmente a 7 del descenso y con
una relativa tranquilidad que le permite respirar por ahora. Un equipo que,
como ya nos tiene acostumbrados es capaz de lo mejor y de lo peor. Como un
cóctel preparado con esmero pero que guarda un sabor sorpresa para los
paladares de los granadinos.
La
temporada para el conjunto nazarí no pudo empezar mejor: victoria por 1-2 ante
Osasuna. Posteriormente vino el Real Madrid a Los Cármenes y el equipo plantó
cara, perdiendo únicamente por un gol de Benzema. Después
un empate ante el Celta, una derrota “ilegal” ante el Espanyol por 0-1, empate
ante el Betis, derrota ante el Valencia en casa, demostrando que el equipo de
Alcaraz en Los Cármenes lo hacía peor que fuera de casa….Luego vino la
exhibición en casa ante el Athletic y después la tremenda derrota por 3-0 ante
el Villarreal, que fue un manotazo a las ilusiones rojiblancas creadas
anteriormente ganando a los leones. Posteriormente, derrota ante el Getafe
confirmó otra mala “mini-racha” que despúes fue apagada al vencer al
archirrival del Granada, el Elche en el Martínez Valero por 0-1. Después vino
uno de los cocos, el Atlético de Madrid y la esperada derrota, no sin pelear
los andaluces al máximo en Los Cármenes. Parece que eso no fue un mazazo porque
los de Alcaraz encadenaron por fin dos victorias seguidas frente al Levante
fuera y frente al Málaga en Los Cármenes y en este último además con un gran
juego de equipo. Todo ello se disipó posteriormente con dos derrotas esperables
frente al Barcelona y Sevilla. El Granada posteriormente logró una victoria
clave frente al Rayo Vallecano que le permitió respirar algo pero al mismo
tiempo fue el preludio de otra mala racha: derrotas ante la Real Sociedad y
Almería, ambas con un juego nefasto, posiblemente el peor de toda la temporada
y así acababa y empezaba el año el Granada, con muy malas sensaciones.
No
obstante, ayer el Granada tenía una última cita antes de dar por finiquitada la
primera vuelta. Valladolid. Los Cármenes. 9 de la noche. Un duelo directo y una
final anticipada. El Granada está vez jugó a la ruleta rusa y sacó su mejor
carta, su mejor mano, una mano ganadora: victoria ante los vallisoletanos por
4-0 y desplegando el mejor juego de la temporada. El equipo nazarí, al más puro
estilo “Doctor Jekyll y Mr.Hyde” ha dado unas de cal y otras de arena. Por ello
este equipo necesita solo un aspecto más: regularidad. Constancia y sobre todo
mentalidad ganadora. Si se afrontaran todos los partidos como el de ayer frente
al Valladolid, este club pelearía por algo más que la permanencia.
De
la misma manera, hemos comprobado la evolución del Granada desde el inicio de
Liga hasta ahora, en la que el míster Alcaraz comenzó usando el 4-2-3-1 que la
temporada pasada tan buenos resultados le dio en la segunda vuelta y, por malas
rachas y malas sensaciones cara a gol, modificó al 4-3-3. Desde ese cambio de
sistema, el Granada ha experimentado mejoría, salvo excepciones relacionadas
con aspectos anímicos o fallo cara a gol. La compactación del plato fuerte de
este equipo es vital para sus intereses, y sin el trivote formado por
Iturra-Fran Rico-Recio(Yebda), el Granada no dominaba el doble pivote de los
rivales en el centro del campo. Con esta “muralla” los nazaríes se aseguran
robar y destruir el juego del rival y al mismo tiempo evitar que el equipo se
rompa por la mitad como un pastel mal consolidado. Destacar que la defensa
nazarí comenzó siendo un bastión inexpugnable de helado congelado pero que
recientemente se ha derretido como chocolate caliente, gracias en especial al
bajo rendimiento de Diakahté que marchará en invierno (y que no vuelva,
gracias), del capi Mainz, y de sus laterales (Nyom se entonó por fin ayer) pero
en el lateral zurdo, la sombra de Siqueira es alargada, y Angulo no se basta
para cubrirla….¿mercado de invierno para nuevos ingredientes? Veremos. En
cuanto al gol y el Granada….como diría Willis, “la historia de mi vida”. Un
querer y no poder que a veces rompe esa dinámica como fue ayer con 4 goles como
soles. Brahimi y Piti ya se han hecho dueños de las bandas, el primero tiene
clase y toque de presentación del postre a raudales, el segundo pegada con
sabor, gol y experiencia en la cocina. Y arriba El Arabi se consolida en
detrimento de un defenestrado Riki. El marroquí está ante su temporada de
consagración como Chef del gol y no puede fallar…por ahora alterna actuaciones
flojas con otras estelares.
Granada
C.F. tiene mimbres, buenos ingredientes, algunos consagrados y perros viejos de
la cocina (Riki,Piti), otros jóvenes dispuestos a dar que hablar con su
innovación y creatividad (Murillo,Brahimi) y otros de brega y trabajo en los
fuegos (Iturra). Un cóctel que necesita una buena preparación y sobre todo
constancia para implosionar de una manera maravillosa en los paladares rivales
y al mismo tiempo lograr el éxito final: una jugosa degustación en Primera
División para el año que viene, disfrutada por los comensales granadinos.
Vamos
Granada!!
Artículo publicado por @Manwellblu en colaboración con @YOsiSEdeFUTBOL
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