De un tiempo a esta parte, uno de los mayores quebraderos de cabeza del madridismo ha sido la renovación de Xabi Alonso. No hay que ser ningún lince para saber la tremenda importancia que tiene el tolosarra para el juego del Real Madrid. Una influencia comparable únicamente con la de Cristiano Ronaldo. Se podría decir que en el fútbol de Ancelotti, Xabi dispone y CR7 machaca.
Alonso finaliza contrato el próximo 30 de junio así que según la reglamentación FIFA desde el pasado 1 de enero ya es libre para negociar con otro club. De hecho se ha especulado mucho con su futuro. La Juventus, el Chelsea de Mourinho (con el que guarda una buena relación) y algún otro equipo de USA y Qatar entre otros, estarían encantados de contar con Xabi la próxima temporada.
La postura del Real Madrid es inequívoca: renovar al centrocampista guipuzcoano a toda costa, por lo civil o por lo criminal. Sin embargo, hay muchas variables que participan de la decisión definitiva del tolosarra. Y parece ser que en este caso, y no como en otros, el dinero es lo de menos. En verano Xabi no quería renovar a lo loco. Prefería curarse definitivamente de la dichosa osteopatía del pubis que le mantuvo lejos de los terrenos de juego desde mayo. Comprobar cuál era su nuevo rol con Ancelotti. También hay que tener en cuenta que a sus 32 años, está seguramente ante su último gran contrato, su último servicio en una de las grandes ligas y por ello la duración del mismo adquiere relevancia. Además se trata de un futbolista atípico y eminentemente familiar por lo que tomará su decisión final no solo en base a aspectos meramente futbolísticos.
Por ahora el tiempo pasa y todavía no hay quórum entre club y jugador lo que empieza a provocar nerviosismo. Al menos, todos los estamentos del club de Chamartín están demostrando de forma unánime su deseo de que Xabi continúe. Al respecto se han pronunciado el presidente, el técnico Ancelotti, que pidió la continuidad del mediocentro como regalo de Reyes, y sobre todo la afición del Bernabéu mostrando su incondicional amor hacia el vasco en repetidas ocasiones.
Futbolísticamente Xabi Alonso es único, posiblemente el centrocampista más completo que ha tenido el Madrid en décadas. Vital en el balance defensivo, es la extensión del entrenador en el césped, el hombre que corrige las posiciones de sus compañeros, el que adelanta la defensa y el que mantiene cohesionado al equipo. Y si en la contención es un maestro no lo es menos en tareas de elaboración: efectivo en las distancias cortas y preciso y certero en el pase largo. Nadie maneja como él los desplazamientos de larga distancia y ello supone un verdadero salvoconducto cuando los partidos se atascan.
Es el todo en uno. Con él todos son mejores y todos brillan más. Cuando estuvo ausente por la lesión el Madrid no carburaba, todos le echaban en falta. Por ello su regreso ha sido miel sobre hojuelas para Ancelotti que ahora cruza los dedos para que el 14 renueve… y en Concha Espina -que saben lo difícil que sería buscarle un sustituto de garantías-, también.