El Domingo pasado se disputaba el derbi madrileño y con él una prueba más de que lo antideportivo sigue
pesando más que lo deportivo. Porque después del partido poco se hablaba del
fútbol de la superioridad de unos u otros o ni tan siquiera de los goles que se
marcaron. Solo se hablaba de un nuevo episodio de anti deportividad y de
vandalismo que sitúa al fútbol como uno de los deportes más salvajes y menos
respetuosos de todos. Porque si bien es el más seguido también es el más
criticado por episodios como los del pasado domingo.
Después de una semana se revive el episodio del famoso
mecherazo a Cristiano Ronaldo, una lata de cerveza llena fue tirada en el
Vicente Calderón cerca de Pepe y del propio colegiado, que lejos de preocuparse
de la gravedad del asunto y en lo que podría haber desencadenado, se la dio a Diego Costa para que la retirara del terreno de juego como si nada hubiese
sucedido. Después del enfrentamiento la lógica llamaría al árbitro a reflejarlo
en el acta para poder actuar de manera dura y disciplinaria sobre estos hechos.
Delgado Ferreiro no lo hizo. Motivo suficiente para seguir afirmando que esta
Federación de Fútbol está cargada de irracionalidades.
Yo no culpo a esos pobres descerebrados que están esperando
que juegue su equipo de fútbol para poder así insultar, vejar, violentar y arrojar determinados objetos a
profesionales que hacen su trabajo y que dan el espectáculo con el que ellos se
nutren y se divierten. Los responsables reales pasan desde el árbitro,que no lo
refleja en el acta, hasta el Comité de Competición de la Real Federación
Española de Fútbol que no pone medios en todo este asunto. No sé si creyendo
que este tipo de cosas son lícitas porque el fútbol es un “deporte de hombres”
o porque estos actos le dan un toque de polémica al fútbol o porque no sé
cuantos tópicos más nunca más alejados de la realidad.

Del derbi también podemos reseñar que no solo este episodio
fue protagonista. La ida de cabeza del Mono Burgos ha recorrido el mundo, pero
curiosamente ha sido defendido por la mayoría de periodistas que tienen cabida
en programas nocturnos de tertulia. Es curioso que el periodismo- viciado y que
carece de credibilidad por cosas como esta- defienda este tipo de actuaciones.
La tolerancia hacia este tipo de actitudes y más viniendo de un técnico
deberian de ser cero. En este caso la famosa frase “debe de ser un ejemplo para
los niños” ha quedado en el olvido. Porque aquellos que matan a determinados
técnicos por actos igual de reprobables justifican al Mono Burgos bajo el velo
del amiguismo y el argumento de que es muy buena persona ,cosa que aquí no
dudamos, pero que si me parece el argumento más pobre para defender a alguien
ante algo completamente indefendible. No son los únicos retratados. También el
Comité se ha lucido en este caso. Quizás por las posteriores disculpas del
técnico al colegiado Delgado Ferreiro –disculpas que le honran pero no le
eximen de culpa-. O quizás por ser quien es y por todo lo que significa. O
quizás porque simplemente así es el mundo del fútbol. La gente que al igual que
yo piensan que esto se puede pero no se quiere cortar, debemos acostumbrarnos a
que es lo mismo tocarse la cara en señal de protesta que encararse con el
árbitro de forma violenta e incontrolable. Al menos para los que mandan.

Miriam Olivas Padial (@miri_olivas)
Fuentes fotos( deportes.elpais.com/eurosport.yahoo.com)