
No le
culpo porque está cuajando una gran temporada en su primer año y me está
gustando como tiene a todos los jugadores enganchados con sus rotaciones, pero
Carletto pecó de amarrategui. Prefirió guardarse las espaldas con dos laterales
defensivos en un campo hostil sin percatarse de los perjuicios que generó en el
bloque. Coentrao y Arbeloa se limitan a guardar su posición, así, el Madrid
defiende bien, cierto, pero pierde mucha presencia en campo contrario. Ello
provocó que los rojiblancos merodearan más el área de Diego López y a los Koke,
Arda Turan les liberó de quehaceres defensivos.
¿Qué
pasó con la entrada de Carvajal y Marcelo? Que el Madrid acumuló más
futbolistas en zona de tres cuartos y ello obligó replegarse al contrario, en
este caso al cuadro de Simeone. Parece un puesto secundario pero muchas veces
la influencia de los laterales en el juego es decisiva. Cualquiera puede ver en
Marcelo al mejor lateral izquierdo del mundo. Los tres años con Mourinho le
vinieron de perlas para aumentar sus cualidades sin balón. En ataque, el
carioca es espectacular, se asocia de fábula con Di María, Benzama y sobre todo
Cristiano, pone centros que son una maravilla y mete goles, buenos goles, de
vez en cuando. Aparece por cualquier sitio, en cualquier momento y esa anarquía
desestabiliza a los adversarios.
A
Carvajal se le ha visto menos pero tiene mimbres para llevar el ‘2’ merengue
durante mucho tiempo. Canterano, ya triunfo la temporada pasada en la
Bundesliga con el Leverkusen y ahora se encuentra en transición para hacerse
con la titularidad. Ofensivamente se prodiga menos que Marcelo pero sí
selecciona muy bien los momentos para sumarse al ataque y siempre lo hace con
criterio. Da buenas asistencias y no le quema el balón en los pies.
Marcelo
y Carvajal son imprescindibles en este Real Madrid. Porque además de defender,
ofrecen muchas alternativas en el ataque. Coentrao y Arbeloa jugarán partidos
pero cuando llegue la hora de la verdad, la de jugarse los cuartos, Ancelotti
no te arrugues y apuesta por los jugones.