
El arribo
de Laurent Blanc al París Saint-Germain ha significado un salto de calidad para
un equipo que había estado bajo el mando de Carlo Ancelotti en las últimas 2
temporadas en las que apenas pudo conseguir una Ligue1 con un juego timorato y
conservador.
El técnico
francés ha sabido transmitir conceptos que han mejorado el funcionamiento
colectivo de un equipo con figuras rutilantes en las que destaca Zlatan
Ibrahimovic. El sueco es amo y señor del juego. Maneja y administra todo, no se
concibe una jugada de gol sin que esté involucrado el 10.
El 4-3-3 es
el esquema utilizado por Blanc en el que los 3 mediocampistas juegan un papel
fundamental, son quienes le dan equilibrio y salida al equipo. En esta línea Thiago
Motta es el temporizador que dicta el ritmo de juego, como volante central sabe
cuando acelerar o cuando tomar una pausa, cuando jugar en corto o en largo. Como
interiores Verratti (genial) y Matuidi complementan muy bien sus funciones con el
Ítalo-Brasilero. Los laterales pasan permanentemente al ataque para darle
amplitud al juego mientras que los extremos se cierran para permitir que la jugada
termine por dentro. Casi siempre finalizada por Zlatan.
El
comportamiento defensivo del equipo está sujeto a una intención de recuperar la
pelota en campo rival mediante una presión alta e intensa sobre el poseedor de
la pelota y los posibles receptores del equipo contrario. Cuando esto no se
logra se repliegan en propio campo con la ayuda de los extremos que bajan a
defender sus costados.
El equipo
tiene una idea y la ejecuta a la perfección, sabe a lo que juega y cuenta con
jugadores convencidos de sus capacidades. Hoy (20:45 HL) tendrán un duelo crucial en sus aspiraciones de trascender en Europa. Por el partido de ida
de los cuartos de final de la Champions recibirán al Chelsea de Mourinho, el
mismo que los dio como favoritos para pasar en la eliminatoria. Coincido con el
portugués.