El fútbol, como muchos
otros deportes, está estrechamente ligado al mundo de la competición. La
mayoría de competiciones domésticas, principalmente las ligas, se organizan por
medio de una clasificación en el que dependiendo de la puntuación del equipo, éste
ocupará un lugar u otro en una tabla clasificatoria. Las victorias y los
empates van acompañados de una puntuación determinada. Este tipo de
competiciones genera una estrecha relación entre el deporte y una de las
ciencias más complejas como es la ciencia matemática.

La Liga Española es un
claro ejemplo de esta circunstancia, y más esta temporada. En la cabeza de la
tabla, nos encontramos al Atlético de Madrid, que bajo el discurso de su
técnico (el famoso “partido a partido”), ha llegado líder con 88 puntos y a
falta de tres jornadas. Por detrás de él, se encuentran el F.C Barcelona con 84
puntos y el Real Madrid con 82 y con un partido menos. Estos tres equipos sacan
sus calculadoras y comienzan a soñar con la posibilidad de convertirse en campeones
de Liga. Si bien el Atleti es el que más posibilidades tiene según las
matemáticas y su lugar en la tabla, Real Madrid y Barcelona no deben de bajar
los brazos, ya que, y hasta que las matemáticas digan lo contrario, aún tienen
probabilidades para alzarse con el título.
En “la pelea por Europa”
vemos que se repite la situación. Tenemos ocupando el cuarto y último lugar de
la clasificación que permite jugar
Champions League, al Atlethic Club de Bilbao con 65 puntos, y por detrás
de él y ocupando los dos puestos que permiten jugar Europa League la próxima
temporada, están Sevilla y Real Sociedad con 59 y 57 puntos respectivamente.
Las matemáticas todavía dan opciones tanto a la Real como al Sevilla de jugar
la Champions la próxima temporada, pero tampoco deben descuidarse, ya que por
detrás de ellos aparece el Villarreal, que con 52 puntos, aún podría optar a
arrebatarle un puesto a los conjuntos sevillano y vasco, y jugar UEFA el año
que viene.
Pero donde realmente los
equipos sí “tiran de calculadora” y sí están muy atentos a sus posibilidades
jornada tras jornada, es en la lucha por la permanencia. En nuestra Liga, vemos
que aproximadamente a partir del puesto duodécimo, que ocupa el R.C.D Espanyol,
hasta el penúltimo, que ocupa el Real Valladolid, todos los equipos optan a la
permanencia y a su vez, también tienen opciones de acompañar al Real Betis
Balompié a segunda división, ya que este equipo, por desgracia para él, las
matemáticas han dictado sentencia a falta de tres fechas y ya es equipo de Liga
Adelante.
He puesto el ejemplo de la
Liga BBVA, pero también podríamos haber hablado de la Liga Adelante, de
cualquier otra categoría del fútbol español e incluso de cualquier otra liga
del resto del mundo. Lo que se trata es de ver que la matemática y el fútbol,
como he dicho al principio, están estrechamente relacionados. Todos los equipos
hacen cuentas, miran cuál sería su posición en la tabla si ganaran “x” número
de partidos, piensan cuántos puntos les harían falta para mantener la
categoría, e incluso, ya no solo conjuran con datos propios, sino que también
hacen cuentas con los de los rivales. En definitiva, esta forma de competir
genera una relación mutua entre el fútbol y las matemáticas, relación que hace
a nuestro deporte más maravilloso todavía. Por lo tanto, podríamos decir que el fútbol en ocasiones, es una cuestión matemática.
Imágenes vía: www.elcultural.es y www.lasegundab.es