Por estas fechas hace cuatro años comenzaba el primer mundial celebrado en un país africano. El Mundial de Sudáfrica presentaba muchas incógnitas, nadie sabía a ciencia cierta si un país con tantas desigualdades económicas y sociales y con semejantes problemas de seguridad iba a poder celebrar un mundial satisfactoriamente. Finalmente se demostró que sí.

 
 
Cuando a finales de 2007 se conoció que Brasil sería la sede del Mundial 2014 nadie dudó de que el país pudiera hacer frente a la organización de la Copa del Mundo. Un presidente carismático, unas tasas de crecimiento económico increíble y el surgimiento de una clase media eran avales más que suficientes.
 
Sin embargo, en la Copa Confederaciones celebrada el año pasado ya se puso de manifiesto que el mundial no tenía muchos apoyos entre la clase media de Brasil. Hubo manifestaciones y distintas expresiones de descontento social.
 
Muy probablemente este mundial sea conocido como el mundial del descontento, en los últimos meses han ido apareciendo numerosos grafittis sobre el Mundial, revindicando que el dinero invertido en infraestructuras sería mucho mejor invertirlo en reducir la pobreza, crear nuevos colegios y fomentar la cultura.
 
 
Asimismo, en Sao Paulo se ha decretado una huelga de Metro ante las malas condiciones laborales de los profesionales del sector, se prevé  que para el jueves la huelga sea solucionada, sin embargo no hay garantías de que esto vaya a ser así.
 
Otra cosa a tener en cuenta es que ciertas zonas de Brasil son muy húmedas y tienen el clima ideal para que el dengue, una enfermedad infecciosa causada por una especie de mosquitos se propague. Numerosas federaciones han mostrado su sorpresa y su descontento ante este contratiempo ya que puede suponer graves problemas para la salud de los jugadores.
 
No cabe duda de que este mundial será uno de los más curiosos de la historia. Probablemente sea el único mundial de la historia en el que mientras algunas selecciones disfrutan de un clima casi veraniego que les permite disfrutar de las magníficas playas brasileñas, otras tienen que salir muy abrigadas a la calle. Esto se explica por la gran superficie que ocupa Brasil y por sus diferencias climáticas.
 
Pero no todo son malas noticias. Debemos decir que será el primer mundial en el que se aplicará la tecnología para los goles fantasmas, además y por primera vez los árbitros dispondrán de un spray para señalar la distancia exacta a la que debe situarse la barrera en los disparos de falta; medidas ambas que benefician al espectáculo.