
Para
el Mundial de Alemania 2006, la selección Uruguaya debió jugar la repesca con
Australia, los charrúas vencieron en Montevideo 1-0 pero después los canguros
ganarían en Sídney también 1-0, obligando a la definición desde el punto penal;
perderían los suramericanos 4-2 y los hombres de Jorge Daniel Fossati se
quedaron sin mundial. Un muy joven Diego
Lugano jugo ese nefasto 16 de Noviembre de 2005, cuando regreso a su país, su
padre fue a buscarlo al aeropuerto para recogerlo, obligándolo a dar una vuelta
por Montevideo para que viera las caras de la gente, que viera lo que la
selección había hecho y como había destrozado a su pueblo, el defensor
confesaría después que eso se le grabaría para el resto de la vida.
Esta
eliminatoria sudamericana para Brasil 2014 fue un verdadero infierno para la
celeste, a mitad de camino pasaron 6 fechas sin conocer la victoria y solo
consiguieron 2 puntos de 18 posibles pero a pesar del panorama sombrío, Lugano
nunca se rindió. Antes de la fecha 14,
la celeste estaba fuera de la Copa del mundo y el defensa central hizo un video
con imágenes de la película “Un Domingo cualquiera” protagonizada por Al
Pacino, ese video se llamo “Jugada a jugada” (http://www.youtube.com/watch?v=x92Biky4UIA),
la mini película fue presentada por el capitán antes del partido contra
Venezuela en Puerto Ordaz, a partir de allí, el rumbo de la selección uruguaya
cambio y batallaron hasta conseguir el tiquete final.

Diego
Lugano no ha tenido una buena temporada, se ve lento ante los delanteros más
veloces de la Premier, ha jugado muy poco y las pocas ocasiones que lo ha hecho
en el West Bromwich Albión ha generado demasiadas dudas. Para cualquier otro técnico, las afirmaciones
anteriores serian suficientes para no contar con el, pero no para Tabarez;
Lugano es más que un defensa central, es más que el capitán del onceno uruguayo,
es ese caudillo de gran carácter y personalidad que contagia por su entrega
cuando se viste de celeste.
El
mismo hombre que cuando tenía 20 años, en Nacional le dijeron que no lo iban a
tener en cuenta, es hoy el corazón uruguayo, no solo por su temperamento y
desempeño defensivo, sino por lo que inspira en la selección misma. Al principio de “Un Domingo cualquiera” se
escucha una frase de Vince Lombardi: "Creo firmemente que el mejor
instante del hombre, la mayor satisfacción de todo lo que ha querido, es cuando
ha entregado su corazón a una buena causa y yace exhausto en el campo de
batalla, victorioso". Ese es Diego
Lugano.