
En
sus 15 años como profesional, Casillas ha deleitado al mundo entero con paradas
y actuaciones espectaculares. Sin duda alguna, sus números demuestran que es el
mejor portero de la historia del Real Madrid. Pero esto no acaba ahí, muchos de
los entendidos de este deporte afirman que el guardameta español es uno de los
mejores porteros del mundo en la actualidad, y posiblemente sea el mejor de la
historia de este deporte.
Todos
estos años, la situación de Iker Casillas en el Real Madrid ha sido idílica.
Titular indiscutible para todos los entrenadores que con el paso de las
temporadas han ocupado el banquillo merengue. Quizás, parecía una quimera ver a
Iker sentado en el banquillo si no era por problemas físicos. Sin embargo, esa
titularidad indiscutible de Casillas se fue al traste con la llegada al Madrid
de uno de los personajes más singulares que habitan los banquillos de nuestro
fútbol, José Mourinho.
Podríamos
decir, que esta llegada de Mourinho al Real Madrid, supuso el inicio de la
etapa más dura de Iker como portero. Tal vez, supuso el inicio de un infierno
para “El Santo”.
El
22 de Diciembre de 2012, Mourinho toma la polémica decisión de dejar a Iker
Casillas en el banquillo de La Rosaleda en detrimento del joven canterano
madridista, Antonio Adán. Aquel partido acabó con derrota del Real Madrid por 3
goles a 2, pero lo que más debate creó no fue el resultado, sino la suplencia
de Iker. A la siguiente jornada, Mourinho reculó en su decisión y optó por
devolverle la titularidad al capitán blanco. Pero todo el mundo sabía que el
portugués volvería a las andadas, y que aprovecharía cualquier mínima
oportunidad para alejar a Iker Casillas de su hábitat, la portería. Y por
desgracia, con la fatídica lesión de Iker propiciada por una patada fortuita de
su compañero Álvaro Arbeloa, se produjo la llegada de Diego López al Real
Madrid y la oportunidad que Mou estaba esperando.
Iker
entrenaba duro día tras día para recuperarse de la lesión y para volver a
jugar, pero Diego López se convirtió en el portero titular para el entrenador
portugués, y así fue hasta la marcha del luso tras su desastrosa temporada en
el banquillo.
Esta
circunstancia volvió a reabrir el debate y a provocar una fuerte división entre
el madridismo, que aún perdura hasta el día de hoy.
La
difícil situación a la que se enfrentaba Casillas, que incluso se planteó
abandonar el club blanco, perecía que llegaba a su fin con la llegada de Carlo
Ancelotti. Todo el mundo creyó que Iker volvería a ser la principal opción bajo
palos del entrenador italiano, pero sorprendentemente, Ancelotti adoptó una
decisión diplomática: Diego López jugaría la Liga e Iker Casillas la Copa y la
Champions.
Con
esta decisión, se llegó al final de la temporada, y el Real Madrid se proclamó
campeón de Copa y de Champions, curiosamente, los dos torneos que jugó con
Casillas como titular.
Este
verano, el Madrid ha querido “acabar” con el debate en la portería. Diego López
se ha ido, pero ha llegado Keylor Navas, la sensación de la pasada Liga y del
Mundial de Brasil. La competencia es fuerte, aunque en esta ocasión, Ancelotti
se ha decantado por Iker Casillas, que hasta la fecha, ha jugado todos los
partidos oficiales. Volvemos a ver sonreír a “El Santo”. Iker vuelve a la que siempre ha sido su casa, la portería del Real Madrid. El capitán blanco y de la selección, continúa luchando contra sus perseguidores, contra los que le llaman “topo”, contra aquellos que han olvidado que Iker ha levantado todos los títulos posibles, ganándose así, el respeto de todo los verdaderos amantes del fútbol. Esta vez no luchará solo, sino que lo hará con sus mejores armas, unos guantes, y en su mejor territorio, bajo los tres palos.