CESPED EUROPEO – Prepotencia Un caballo puede correr a 50 kilómetros (30 millas) por hora, pero aunque esta acción implica un gran esfuerzo, consume muy poca energía. ¿Cómo es posible? El secreto está en las patas.  Las patas del caballo tienen una combinación de músculos y tendones que funcionan como resortes: absorben energía cuando las patas tocan el suelo y la liberan para impulsar al caballo hacia delante.  El problema es que los tendones podrían lastimarse por la fuerte vibración de las patas. Por eso, los músculos funcionan como amortiguadores. Los investigadores han dicho que este mecanismo es muy especializado y le aporta agilidad y fortaleza al caballo.  Los ingenieros están tratando de imitar este mecanismo para usarlo en robots de cuatro patas. No obstante, les está costando mucho trabajo hacerlo con los materiales y conocimientos actuales debido a que el diseño es complejísimo, asegura el Laboratorio de Robótica Biomimética del Instituto Tecnológico de Massachusetts.

A comienzos de esta semana le preguntaban a Jorge Valdano por temas varios del Barcelona y dentro de las perlas que nos regalo dejo una que nos puso a pensar: “El Barcelona ha jugado 6 partidos de Liga y excepto del jugado contra el Villarreal, con quien sufrió mucho, todos fueron equipos de mitad de tabla hacia abajo, el equipo aun no fue lo suficientemente exigido como para poder hacer diagnostico”.  Todo apunta a que el legendario delantero argentino de México 86 acertó, al siguiente día el Barcelona visitaba a la versión más discreta del PSG en mucho tiempo, un conjunto que marcha cuarto en Ligue 1 y que recibía al blaugrana con las ausencias de Thiago Silva, Ezequiel Lavezzi y Zlatan Ibrahimovich.

Y cuando toda la prensa parisina alistaba titulares sobre la salida de Laurent Blanc, el onceno francés reacciono herido en su amor propio y convirtió lo que parecía un trámite más en un dolor de cabeza, el elenco blaugrana llegaba al parque de los príncipes imbatido e invicto en esta temporada pero termino yéndose humillado y el equipo que no había encajado ningún gol esta temporada, recibió tres en una sola presentación.
Un partido que aunque no pone en peligro la clasificación en champions, si desnudo a un Barca partido, uno incapaz de agruparse para apretar de manera sincronizada, un once sin ritmo y sin pausa, desbordado por la superioridad imponente de los galos y dejando de fondo, cosas más preocupantes que el marcador.  El errático visitante falló demasiado ante un local que brillo por su concentración, siendo evidentes la fragilidad defensiva, las pérdidas reiterativas y la baja forma de un equipo que utilizaba la posesión como arma de control y defensa.

Así como los tendones y músculos del caballo trabajan en sintonía, el Barca necesita sincronía defensa – ataque pues el talento de Messi o Neymar ya no alcanza.  Pero también se requiere que Luis Enrique deje su prepotencia en casa, se olvide del engreído que sentó a Totti cuando dirigía la Roma y que ahora la emprende con Pique o insiste con Pedro.  El técnico asturiano tiene que dejar a un lado ese ego que ya no cabe en las ruedas de prensa para apelar al sentido común, el mismo que dice que Claudio Bravo debe ser titular, que Pique debe recuperar el nivel para acompañar a Mathieu y que esto permita liberar a Mascherano a la posición en la que brillo en el mundial.  Si, se necesita sensatez pero también humildad.  Mucha humildad.