Mark
Hamill alcanzo la máxima popularidad con la trilogía titulada La guerra
de las galaxias (1977), donde interpretó a Luke Skywalker. La fama que adquirió con su actuación fue tan
grande, que Hamill era presentado en reuniones de amigos como "el señor
Luke Skywalker" pero al concluir el exitoso proyecto de George Lucas, Mark
descubrió que ningún productor lo quería en sus largometrajes por miedo a que
el público no lograra desdoblar al actor del personaje. El actor termino realizando doblajes de varias
producciones para el Cartoon Network como La Vaca y el Pollito, Las
Chicas Súper Poderosas y El escuadrón del Tiempo, entre
otras.
Eran
demasiados antecedentes negativos. Ya lo
habíamos contado en alguna ocasión: más de 10.000 euros en multas de
circulación por Manchester y su carro fue transportado por la grúa hasta en 27
ocasiones, le tiró tomates a un entrenador en Italia, se dio puñetazos con la
seguridad de un club de striptease, llego a su casa con una Vespa, un trampolín
y un Scalectrix cuando sólo debía comprar una plancha, se llevó su Ipad al
banquillo en un partido con la selección italiana, incendió su casa por jugar
con fuegos artificiales y hasta rompió la relación con su pareja en un programa
televisivo en directo con un simple SMS.
Así es Mario Balotelli.
El
Liverpool ha repetido la nefasta receta culinaria del AC Milán. El Manchester City se liberó de Balotelli por
20 millones de Euros y el rossonero inicio una carrera por la redención del
jugador, uno tremendamente complicado, cuando Galliani y Berlusconi se dieron
cuenta que el enorme talento solo se disfrutaba a cuentagotas pusieron a su díscolo
delantero en la vitrina y el Liverpool, desesperado por la pérdida de Luis
Suarez, se lanzó por el goleador. Ambos
clubes pecaron de igual forma, ambas entidades en sus intentos por recuperar
cierto prestigio y crédito decidieron mover la chequera para brindarles a sus
aficionados un fichaje mediático que al final se ha convertido en un lastre
para el club y una mancha para quien decidió ficharlo.
Súper
Mario es un delantero de cualidades físicas y técnicas superiores, pero las
malas pasadas que su cabeza le juega le ponen en la picota pública
constantemente. Desde su llegada a
Anfield solo ha marcado un gol, el ariete italiano ha mostrado una marcada ineficacia
en ataque y su lamentable actuación
ante el Real Madrid el
miércoles en Anfield, han colmado la paciencia de todos. A Balo se le van las luces muy seguido, esta
semana por Champions, cuando su equipo ya perdía 0-3 con el Real Madrid,
decidió cambiar la camiseta con Pepe en el entretiempo. Esto molesto demasiado a su único defensor:
Brendan Rodgers, el técnico que necesita urgente que los goles del italiano
lleguen, su equipo está teniendo dificultades en el juego, se ubica ya a nueve
puntos del Chelsea y en Champions, tiene los mismos puntos que el Ludogorets y
Basilea.
Tanto
a Hamill como a Balotelli nadie les discute el talento, pero terminaron siendo
no deseados. Aquel hombre que alguna vez
se coló en una cárcel de mujeres sigue tercamente parado en el muelle de una
estación inglesa sin tomar el tren y créanme que este es el último que le
podría hacer brillar; si ya decide no tomarlo, es muy probable que se vaya
cuesta abajo. Aunque el es el único que
puede cambiar la situación, todo apunta a más de lo mismo, a más “travesuras”
en la vida desordenada de un jugador genial con una personalidad demasiado
inestable, un temperamento que termino devorándose a la persona y al futbolista. No te pierdas Mario.
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