La Real Sociedad atraviesa momentos muy antagónico respecto hace un año. El equipo donostiarra era un vendaval de juego ofensivo que superaba a sus rivales. Vela y Griezmann, era una de las mejores parejas de la Liga BBVA. Los partidos en Anoeta eran vistosos para el aficionado, los goles se sucedían con suma facilidad. Incluso Seferovic parecía ser un jugador importante, todo era felicidad en el equipo vasco. Los grandes sufrían tardes complicadas en Anoeta, nadie ganaba con facilidad o incluso perdía.

El estadio que tantas veces aplaudió sus internadas por banda, sufirán con cada intervención del gran jugador francés. Zaldúa puede ser la víctima esta noche en Anoeta, su movilidad a la espalda de los centrales puede castigar la zona de flotación de la Real Sociedad. Griezmann no celebrará los goles si marca porque es consciente que Anoeta siempre será su casa. Fue el complemento de lujo a un fútbol con buenos jugadores en el centro del campo y una concepción futbolística basada en el juego de ataque.
Su marcha ha creado un gran vacío en la banda izquierda de Anoeta. Sin Griezmann la Real Sociedad ha perdido alegría, facilidad para desbordar a defensas rivales y un buen número de goles. Griezmann necesita construir una nueva historia en el Atlético jugando con un 9 puro cerca y asumiendo un gran reto futbolístico. De todas formas, siempre mirará a San Sebastián con gran nostalgia porque se hizo futbolista y empezó a crear sueños junto a Vela, Xabi Prieto y compañía..
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