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Luka
Modric es esa pieza clave
en el centro del campo, un centrocampista total con condiciones que lo hacen
insustituible. Su buen estado de forma antes de esa inoportuna lesión hace que
su ausencia sea más traumática aún. Un problema al que se ha tenido que enfrentar
el míster italiano, otro contratiempo del que momentáneamente sale airoso
gracias a la plantilla tan profunda con la que cuenta el Real Madrid. La mano izquierda de Carlo en la gestión del vestuario
ha hecho que cualquier jugador que se sienta en el banquillo cuando sale al
verde pone en aprietos al míster. ¡Benditos
aprietos!, y es que los jugadores están tan motivados y con tantas ganas de
demostrar que pueden hacerlo igual o mejor que sus compañeros que cuando salen
se comen el césped.
Sin ir más lejos y hablando de la lesión de Luka nos encontramos con el caso de Isco. Un jugador que ha pasado en unos
meses de ser un posible transferible a un jugador innegociable. Por necesidad
con la lesión de Gareth Bale empezó a entrar en la dinámica del
equipo, a hacerse un hueco y a brillar. Tanto fue así que se creó un debate
tras la recuperación de Bale sobre quien debería ser titular en el cuadro
merengue. La confianza de Ancelotti, la dedicación del público y su exquisita
calidad hacen de él un jugador
importante en este Real Madrid campeón. Tanto es así que Ancelotti no se lo pensó
cuando se vio ante la baja del croata y volvió a darle un giro de tuerca a la
posición de Isco. Y el malagueño encantado porque como bien declara quiere
jugar y no importa en qué posición lo haga. No solo lo dice, lo demuestra con
una madurez y un sacrificio que muestra en el campo y fuera de él.
En él está el ejemplo y el reflejo de todo el banquillo. En
este Madrid todos rotan y todos dan la talla. Muchas veces hemos visto en el
campo a jugadores que no son parte del 11 inicial tipo y que han demostrado su
implicación: casos como el de Nacho,
Varane, Arbeloa, Illaramendi e incluso
el propio Chicharito. Jugadores que siempre
que han salido han dado tranquilidad y han cumplido expectativas.

Lo importante no es tener jugadores de calidad, con un
futbol exquisito y con unas condiciones de superclase. Eso es fácil para un
equipo como el Real Madrid. Lo
importantes es mantener a estos jugadores que no gozan de muchos minutos en
guardia, preparados para el combate y motivados.
Esto es lo difícil y es un merito únicamente atribuible al míster, a Carlo Ancelotti. Un entrenador que les da
confianza y realidad a partes iguales y que procura que los jugadores sepan
donde están y para que: están en el equipo más grande del mundo y únicamente para
ayudar y sumar porque cualquier día
pueden tener su oportunidad.