Fernando
Torres vuelve a casa, al equipo que nunca debió dejar (otro “debe” de esta
directiva), al equipo al que siempre quiso volver y al que todos sabíamos que,
antes o después, iba a volver. Pero vuelve de una forma un tanto extraña:
extraña por el momento y extraña por lo que han sido sus últimos años fuera del
Calderón.
Si nos
referimos al momento, sorprende que un jugador de su clase vuelva en un mercado
de invierno: el pasado verano, el Chelsea, donde militaba desde enero de 2011,
lo cedió por dos años (hasta 2016, final de su contrato con los blues) al Milan. Visto el escaso
rendimiento en Italia y el interés de Simeone por que regresase al Calderón, el
Milan lo compró al Chelsea hace pocos días y lo cedió al Atlético hasta junio
de 2016 a cambio de recibir la cesión por parte del Atlético de Alessio Cerci durante
el mismo plazo.
Y si
nos referimos a sus últimos años fuera del Calderón, pocos imaginaban cuando,
en la Navidad del 2010, se convirtió en el super-fichaje
del Chelsea (pago unos 60 millones de € al Liverpool) que no volvería a rendir
jamás, salvo partidos puntuales, como en Calderón y, sobre todo, en Anfield.
Dos circunstancias parecen haber influido en este bajón que ha sufrido su
carrera desde aquella Navidad. La primera, su rodilla, que tantos problemas le
ha dado y con la que forzó al máximo para llegar al Mundial del 2010. El propio Fernando
reconoció que sabía que ese tratamiento tan agresivo podía restarle años de
carrera pero que un Mundial “no se jugaba cada día”; no se si le restará años
de carrera pero sí se que le ha restado un notable rendimiento desde entonces.
Además,
al margen de los problemas físicos referidos en el apartado anterior, uno tiene
la impresión de que Fernando Torres, para rendir al máximo, necesita estar en
un sitio donde se sienta arropado, querido y, en cierto modo, idolatrado. Esto
ocurrió en el Calderón, donde debutó siendo un niño y donde se convirtió en la gran esperanza de un grande que acababa
de irse a Segunda División; y esto volvió a ocurrir en Anfield donde, de la
mano de Benítez, dio un rendimiento espectacular y, entre otras cosas, se
convirtió en el debutante extranjero más goleador de la Premier League.
Pero
esto no ocurrió en el Chelsea ni, por supuesto, en Milán: ya sea por el precio
de su traspaso desde el Liverpool, ya sea por su descenso de prestaciones, en Londres
jamás fue un ídolo y sólo su millonario traspaso y su estratosférica ficha le
han mantenido allí hasta este último verano.
Vuelve
ahora al Calderón, en principio, por un año y medio pero todo hace indicar que,
en 2016, si las cosas se dan medianamente bien, renovará y finalizará su
carrera donde siempre quiso. Vuelve para volver a sentirse querido en un
equipo, vuelve a sentirse idolatrado por una afición, vuelve a ser partícipe del
mejor Atlético de la historia. Sabe que su “nombre” no le dará la titularidad
indiscutible, sabe que será difícil ganarse el puesto en una máquina tan bien
engranada como es este Atlético de Simeone y que no siempre será titular… pero
también todos sabemos que, aunque no sea el Fernando que llegó a Liverpool,
todavía está en condiciones de marcar un considerable número de goles cada año.
Y
Simeone es consciente de esto. Hace meses escribí que uno de los grandes méritos
de Simeone (por no decir el mayor) era saber sacar el máximo rendimiento de
cada jugador. Juanfran, Gogín, Gabi o Raúl García, por citar sólo algunos, son
grandes ejemplos. Si Simeone consigue sacar lo máximo de Fernando Torres, será
un jugador tremendamente valioso.
Además,
en estos tiempos en los que los extranjeros copan la mayoría de los vestuarios
de los equipos provocando, de esta forma, una gran falta de identificación de
las aficiones con los jugadores y de los jugadores con los clubes, Simeone
intenta, con el fichaje de Torres, crear todavía un mayor sentimiento rojiblanco
en el vestuario y una mayor comunión del equipo con la afición.
Por
muchas razones, la vuelta de Fernando es una gran noticia en el Calderón.
P.D.:
Ahora que es muy fácil criticar a Fernando Torres, creo que no estaría de más
tener un poco de respeto a quien, entre otras muchas cosas, ha sido:
- El
autor del gol que nos dio la Eurocopa 2008
- El
único jugador de la historia en marcar en dos Eurocopas consecutivas
- El
único jugador de la historia en ganar Mundial, Eurocopa, Champions League y
Europa Legue.
- Bota
de Oro de la Eurocopa 2012
-
Extranjero con más goles en su debut en la Premier League