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Fernando Torres celebrando un gol. Foto vía: www.marca.com |
Desde
que se comenzara a rumorear su vuelta el pasado verano, la afición colchonera
ardía en deseos de que la figura de su ídolo, del hijo pródigo, volviera a
campar por las praderas del Vicente Calderón.
Desafortunadamente,
ese sueño no se hizo realidad, y en junio Torres aterrizaba en Milán en lugar
de hacerlo en Madrid. Pero todos sabemos que la Navidad es una época de magia,
y precisamente así, como por arte de magia y en una operación a tres bandas,
Cerezo y Caminero, empujados por el Cholo y su cuerpo técnico, harían a la
afición del Atlético un regalo que jamás olvidarán.
¡Ya
estaba aquí!, ¡El Niño había vuelto! Más de cuarenta mil personas llenaron el
Calderón para darle la bienvenida. En ocasiones así, nos damos cuenta de lo que
significa el Atlético de Madrid, y eso mismo debió pensar Torres cuando
saludaba aquellas gradas repletas de aficionados coreando al unísono su nombre.
Desde
el primer momento, Fernando Torres sabía que este no era el equipo del que se
marchó. Ahora era un auténtico EQUIPAZO, y con un líder claro y destacado, el
Cholo Simeone. Y precisamente, fue él, el Cholo, el principal culpable de su
vuelta. El argentino sabía que Torres supondría una nueva ilusión para la
afición, que daría otras variantes al juego del equipo, pero sobre todo,
aportaría ese punto de experiencia en partidos grandes.
Sin
embargo, la vuelta de Torres no estaba siendo tan idílica como parecía. Las
dudas y las opiniones negativas acerca de su fichaje llovían desde todos los
dados.
Muchos
decían que estaba acabado, que venía a retirarse, que jugaría los minutos de la
basura, en definitiva, que estaba muerto deportivamente. ¡Y NO!, ¡NO ESTABAMUERTO, NO!, ¡ESTABA ESPERANDO LA COPA!
Con
sus dos goles en el Bernabéu, “El Niño”, ¡qué digo el niño!, ¡El HOMBRE!, calló
muchas bocas, entre ellas las más de ochenta mil que ocupaban los asientos del coliseo
blanco.
Ha
quedado claro que Fernando Torres ha venido a dar guerra y a marcar goles. El Cholo sabía muy bien lo que hacía con traerlo de vuelta.
Fernando Torres está en una segunda juventud deportiva, y en un ambiente y en un
contexto inigualables. En su hogar, en el club que lo vio nacer, y bajo el
apoyo de su hinchada, Torres promete dar muchas alegrías en la ribera del Manzanares.