Siqueira, el día de su presentación en el Calderón
(Foto: clubatleticodemadrid.com)
Aunque parezca mentira, la principal opción para sacar el balón jugado desde atrás que tenía el Atlético de Simeone los últimos años era la conexión Filipe Luis – Koke en banda izquierda. Si estaba Tiago en el campo, la banda izquierda era una excelente alternativa al portugués; si no lo estaba era casi la única.

Este verano, atraído por los millones de Abramovich, Filipe Luis decidió partir rumbo al Chelsea (donde no es titular, por cierto) dejando al Atlético cojo en ese sentido. El Atlético decidió, entonces, lanzarse a por otro brasileño que dejó una excelente imagen en sus años en el Granada, que jugó la pasada temporada en el Benfica y que, según cuentan, había sido seguido por Real Madrid y el propio Atlético. Su nombre: Guilherme Siqueira.

Por otro lado, dado el pobre rendimiento de Emiliano Insúa, el Atlético obtuvo la cesión del argentino Christian Ansaldi para completar la dupla del lateral izquierdo, pero todo el mundo parecía coincidir en que el brasileño sería el titular.

Sin embargo, si bien en los primeros partidos fueron alternándose en la titularidad, las prestaciones del argentino y el pobre rendimiento de Siqueira, han hecho que, lesiones aparte, Ansaldi pueda ser considerado el titular del puesto.

Ansaldi, durante un encuentro con el Atlético
(Foto: clubatleticodemadrid.com)


Todos éramos conscientes (imagino) de que Siqueira no llegaba, ni de lejos, al nivel de Filipe pero también todos esperábamos (también imagino) mucho más de él. Parece falto de confianza y a años luz del jugador que maravilló en Granada. No defiende bien, deja numerosos huecos a su espalda, comete errores infantiles (su “tonta” expulsión en Anoeta, por la cual Simeone le tuvo varios partidos “en la nevera” es un buen ejemplo) y las pocas veces que se incorpora al ataque, no resulta el jugador desequilibrante que todos esperábamos.

Para colmo de males, el penalti que falló ante el Valencia que, a juicio de todos, frenó la excelente reacción rojiblanca, tras encajar tres goles en el primer cuarto de hora, fue la gota que colmó el vaso para muchos seguidores. Sin embargo, en este punto, he de romper una lanza a favor del brasileño: el penalti en Valencia lo lanzó de forma espantosa pero Siqueira es un excelente lanzador de penaltis; y sus números en los años en Granada así lo atestiguan.

Virtudes se le han visto pocas en el Calderón, es cierto; y sólo las lesiones de Ansaldi le han permitido disputar más partidos de los que (creo) Simeone hubiera tenido intención. Su ventaja: tan sólo ha transcurrido un tercio de temporada y, visto lo visto, sus prestaciones sólo pueden mejorar. Si lo consigue, él mismo y el propio Atlético serán los grandes beneficiados; si no, me temo que será otro más de los futbolistas con condiciones pero que se ven superados por la presión que supone jugar en un club de la dimensión del Atlético.