A punto de cumplirse la 4 temporada del brasileño en la capital del Turia, el cancerbero pasa por su mejor momento desde que llegó. Titular indiscutible con su equipo y asiduo con la canarinha.

Con la fama de parapenaltys bien ganada y con sus reflejos bajo palos intactos, su juego aéreo sigue siendo su punto débil, si bien debe admitirse una mejoría en este aspecto.
Cuando llegó al Valencia cf, muchos cuestionaron su fichaje. César daba señales de poder seguir en activo a un buen nivel y Guaita se había consolidado como un portero de garantías. El de Coria había superado una lesión muscular y el valenciano y canterano le había suplido con un rendimiento más que alto. El papel de Moyà, entre bajo rendimiento y lesiones, fue residual. La afición veía poco necesaria e injustificada la inversión en un guardameta.
Su primera temporada no fue buena. La alternancia en la titularidad con Vicent Guaita no resultó buena para ninguno de los dos. El gran público muestra su predilección por el joven arquero valenciano y Diego pierde también su sitio en la verdeamarelha. Su inseguridad en el juego aéreo provoca la desconfianza entre el exigente público de Mestalla. Combina grandes paradas con indecisiones y errores. Guaita parece ganarle la partida y hacerse con el puesto de titular.

En su segunda temporada, las cosas no se presentaban mucho mejor. La posibilidad de repetir la alternancia no parecía gustar a ninguno de los dos guardametas y ambos buscaban una salida para evitarla. Ninguno encontró el traspaso que buscaba y tuvieron que conformarse con volver a disputarse la titularidad en una alternancia que ni convencía ni obtenía rendimiento deportivo. No convencía a dos porteros con proyección que veían como no eran titulares más allá de dos o tres partidos seguidos y no obtenía rendimiento deportivo porque ninguno de los dos alcanzaba su mejor rendimiento con esta situación.

La temporada pasada, más de lo mismo, alternancia, nervios, malas relaciones. Ambos porteros a disgusto y bajo rendimiento. Lesiones inoportunas y algún que otro affaire extradeportivo, fueron alejando al canterano de su mejor rendimiento y el portero venido del Almería se fue asentando cada vez con mayor seguridad en la titularidad valencianista. Los nervios atenazaban a Guaita que cometió errores que decantaron la balanza hacia Alves. El final de temporada fue definitivamente para el brasileño que ganó la partida final. El verano traería la venta de Guaita al Getafe y la adquisición de un portero que admitía su rol de suplente, el celtista Yoel.

cuatro.com

En la presente temporada, el rendimiento de Diego Alves ha aumentado exponencialmente. De nuevo ha parado penaltys decisivos, sus reflejos han dado puntos a los valencianistas y sus salidas de la portería parecen más decididas que en tiempos pretéritos. Todo esto le ha valido la vuelta con la canarinha tras el fiasco mundialista del pasado verano.