Muchos han sido los jugadores que por unas u otras razones se han perdido lo que más ansiaban a final de una temporada e incluso en su carrera futbolística. A nivel de clubes la Champions League y con sus países el Mundial.
Hace apenas unos meses todos recordamos que los madridistas Sami Khedira y Ángel DiMariase perdieron la final del Mundial de Brasil en la que hasta entonces habían sido los hombres más destacados de sus equipos. Ambas lesiones les privaron de jugar final de Champions y final del Campeonato de Mundo en apenas dos meses.
Sin ir más lejos y justo en la final de la Champions en la que si participaron los antes mencionaron tenemos a Xabi Alonso y Arda Turán. Debían ser los encargados de liderar los ataques de ambos equipos y no pudieron participar en Lisboa. Al final del partido el júbilo del tolosarra se pudo demostrar en la celebración de la victoria blanca.
Ya no tan cerca tenemos el caso de Thiago Mottaque se perdió la final de Champions en el Bernabéu en 2010 después de ser expulsado contra el Barcelona en un partido que será recordado por la apasionada celebración de José Mourinho y la activación de los aspersores del equipo blaugrana. Al final Motta pudo levantar la orejona aunque fuese vestido de calle.
Unas de las más sonadas ausencias fue la de Pavel Nedved en la final de Champions de 2003 que recibió una tarjeta amarilla y en medio del partido se tiró al campo desolado y con lágrimas en los ojos en la que pudo haber sido la guinda a su admirable temporada que aun así fue galardonada con el Balón de Oro.
¿Se acuerdan de la maravillosa volea de Zidane en Glasgow? Pues en ese partido no pudo participar una de las piezas claves del Bayern Leverkusen y que además había tenido pasado madridista. Ese no fue otro que Zé Roberto, que tuvo que ver la maravilla del galo desde la grada.
En el pasado siglo XX han sido numerosas y sonadas las ausencias en partidos de este calado entre los que destacamos la ausencia del alemán Michael Ballack en la final del Mundial de 2002. El teutón aun sin jugar la final fue incluido en el 11 ideal del Mundial debido a su gran torneo.
Lo que ya no muchos recordarán es el tan famoso beso del francés Laurent Blanc a Barthez en la final del Mundial en su propio país en 1998. Este no se produjo por haber sido el central sancionado previamente en semifinales perdiéndose así la final de su selección. Aun así la suerte estuvo con los franceses que levantaron el trofeo ante su público.
Y terminamos esta lista de ausencias con el italiano Tassoti que no pudo disputar la final del Mundial de EEUU en 1994 por el codazo en cuartos a Luis Enrique. Aun así los fuertes italianos solo fueron superados en penaltis por la canarinha.
