Un futbolista sin unos conceptos tácticos asimilados y
desarrollados es un futbolista con pocas posibilidades de triunfar en la élite.
Jugadores muy limitados técnicamente o futbolistas técnicos que han perdido
fondo físico como consecuencia inevitable del paso del tiempo puede todavía dar
buenos años de fútbol si manejan con soltura el posicionamiento dentro del
campo.
Los ejemplos de esto son muchos y muy variados. Khedira
puede ser un ejemplo de futbolista de élite que, siendo limitado técnicamente
en comparación con otros jugadores, al controlar como pocos futbolistas el
espacio es imprescindible en la selección alemana y un jugador en el que Carlo
Ancelotti confía ciegamente (Como demuestra que después de media temporada
lesionado jugase como titular la final de la Champions).
Xabi Alonso y Guardiola son el ejemplo más claro del caso
anterior. En los últimos años de su carrera, Guardiola sufrió un bajón físico
que le obligó a suplir con posicionamiento la incapacidad física de cubrir
grandes espacios en poco tiempo. Su juego cambió, pero para mejor.
Algo parecido está pasando con Xabi Alonso, con el Real
Madrid ya se veía que no tenía la velocidad ni el físico de antaño, pero al
igual que Guardiola, supo reciclarse y compensar este defecto con una
colocación perfecta. Colocación que ha perfeccionado a las órdenes de,
precisamente Guardiola, en el Bayern de Munich.
Otro ejemplo de la importancia del posicionamiento en el
campo es Giggs, que desde los 32 años vio que ya no era tan rápido como antaño
y que debería reconvertir su posición de extremo a la de mediapunta o a la de
mediocentro. Giggs dejó de ser una bala por la banda izquierda para convertirse
en un muy buen mediapunta, no era tan rápido como cuando tenía 25 años, pero
siempre estaba en el hueco que dejaban los mediocentros rivales con los
centrales u ofreciendo una línea de pase clara a sus compañeros.