La
NBA se parece a las ligas europeas más de lo que parece. Llega el verano y
empiezan a moverse las fichas, parece que siempre hay equipos que ganan por
haber sacado a un gran jugador a cambio de poco mientras otros conjuntos
parecen haber fallado por haber hecho precisamente lo contrario. Cuando empieza
la temporada algunos elegidos demuestran que estábamos errados, por aquella
estrella que no lo fue tanto y también porque otros subvalorados, despiertan y sellan
bocas. Lance Stephenson pintaba para mucho más cuando dejo a los Pacers
para irse a los Hornets; el muchacho que despunto en el baloncesto callejero y
colegial con aptitudes de jugador desequilibrante se está quedando en promesa
con su bajo rendimiento y actuar poco profesional.
La
Roma ya no mira al frente, sus preocupaciones le llegan por la espalda. La loba ha dejado de perseguir a la vecchia
signora para concentrarse en no perder el segundo lugar (ultimo boleto directo
a Champions) con su hermano de casa. La
Lazio ha encarrilado su remontada con una increíble segunda vuelta, 6 triunfos
al hilo y ya se ha habla mucho de su entrenador, pero también de una caballería
con varios ilustres tirando del carro en donde se destacan la solides de Stefan de
Vrij en defensa y la experiencia de Miroslav Klose en ataque, pero sobretodo,
la escandalosa temporada que viene haciendo un joven brasileño llamado Felipe
Anderson.

La
temporada 2014/2015 trajo al banquillo lacial a Stefano Pioli y con él, la
explosión del mediapunta sub-23 de Brasil. La confianza que el entrenador le ha dado al hombre de Brasilia para que sea el conductor
de la nave ya ha dado sus frutos, en más de 25 presencias entre Serie A
o Coppa ha hecho 11 goles junto a 8 asistencias. Números para nada
despreciables, pero lo de Felipe Anderson
son más que cifras, está deslumbrando con su vistoso juego, su movilidad,
habilidad, verticalidad y creciente olfato goleador. Una joya demasiado atractiva.
El
pasado 21 de Marzo el club romano comunicó la renovación del mediocampista
hasta 2020 en consecuencia de su gran temporada, cuando llego a la capital
italiana firmo hasta 2018 con un salario de 800 mil euros, el cual también fue
mejorado hasta 1.5 millones de euros. Ariedo
Braida, gran conocedor del calcio italiano y actual director de fútbol
internacional del FC Barcelona, ya envió a Pep Boada a espiarlo. Jim Lawlor, jefe de ojeadores del Manchester
United, también viajo hasta Olímpico de Roma para verle jugar y ahora se sumó
el Chelsea de Jose Mourinho entre los que le siguen la pista al crack brasileño. Con la temporada llegando a su fin lo de Felipe
ha sido un verdadero oasis en ese desierto que se ha convertido el torneo
italiano y con la alta posibilidad de Champions del celeste, que tan acertado
sería buscarse un nuevo uniforme para dejar atrás la camiseta que hoy lo hace
brillar. Stephenson cambio y decepciono, ¿Lo hará también Anderson?
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