
Cuando
se dice que el fútbol es una religión, no es una exageración, lo es. El
fútbol es nuestra pequeña vía de escape de la realidad. No importa cuan
maravillosa o miserable sea tu vida, ya que cuando llegue el domingo
harás un hueco en tu agenda para seguir el partido de tu equipo ya estés
en casa, en el trabajo, o en una boda. Hasta que no sepas como ha
quedado tu equipo no estarás tranquilo. Por supuesto, en el fútbol
también tenemos nuestro dioses. Mientras que en las religiones estos son
mas espirituales los nuestros son mas terrenales, y en vez de ver la
recreación de la Pasión de Cristo, veamos durante toda la semana el
largo recorrido que hace Ronaldo desde el centro del campo al vestuario
si es expulsado. Estos pueden alcanzar la santificación tras una carrera
llena de milagros futbolísticos, pero tan rápido como son amados pueden caer en el olvido si se convierte en un hereje al decidir ponerse la camiseta de otra congregación. Y
por supuesto, cualquier afición tiene una serie de pecados compartidos
por todas ellas. "Amarás a tu equipo por encima de todas las cosas", "no
desearas a las estrellas del equipo contrario",….Tanto
es el amor que sentimos por el fútbol que en pleno siglo XXI no tiene
que venir un señor feudal a exigirnos nuestros bienes por el bien del
club porque es la palabra de nuestro señor Roman Abramovich,
somos nosotros los que ponemos nuestro dinero bajo nuestra propia
voluntad para la subsistencia del club al comprarnos camisetas,
entradas, suscripciones a canales de pago, acciones,…..Ahora ha llegado la Semana Santa, y en nuestras calles y telediarios vemos las calles plagadas de personas (algunas llorando hasta de
emoción) para ver las procesiones, pero honestamente, ¿es comparable el
número de personas que salen a la calle en Madrid estos días que los
que salieron el año pasado a celebrar los triunfos del Madrid y el
Atlético? Por supuesto que no.
A
lo que quiero llegar es el que el fútbol es tremendamente importante en
la sociedad, y nos tenemos que preguntar si eso es realmente bueno.
Paul Auster
dijo que el fútbol es un milagro mediante el cual Europa aprendió a
odiarse sin destrozarse, y lleva mucha razón. El fútbol ha ayudado a
la sociedad. No solo tenemos una excusa para reírnos de forma amistosa
de nuestros vecinos o amigos, los clubes de hoy en día están compuestos
por jugadores de múltiples internacionalidades, lo que ha ayudado en
mucho a intentar poner fin a lacras como el racismo. También nos ayuda a
romper muchas barreras que nos separan a unos de otros. Da igual que se
sea de derechas o izquierdas, hipster
o chapado a la antigua, el fútbol te da una excusa para relacionarte
con gente con la probablemente no te hablarías en la vida. Sin embargo,
no todo es tan bonito, y nuestra obsesión por el fútbol también tiene su
lado negativo. Probablemente el ejemplo mas flagrante y reciente que se
me ocurre y que mejor explica lo que quiero decir es cuando en 2012, el
Presidente
de España anunció un día antes del debut de España en la Eurocopa que
España tenía que ser rescatada (o como demonios lo quisiera llamar él).
La reacción de la gente fue prácticamente nula, ¿por qué? Porque España
jugaba con Italia al día siguiente y mucha gente ni siquiera recuerda
esa rueda de prensa, o hasta se han enterado que dicha rueda de prensa
existió leyendo este artículo. No digo que la gente tuviera que salir a
las calles a protestar, pero si debió ser un tema de conversación mas
recurrente en vez de irse diluyendo hasta acabar desapareciendo cuando
la selección logró el título. Y ojo, esto último que digo no solo es un mensaje a los mas fanáticos futboleros. Por desgracia hoy en día es mas fácil seguir el día a día del Madrid y el Barcelona que de la situación del país, y como no seamos nosotros los que agarremos la prensa y le echemos un buen vistazo, dificilmente llegara a nosotros una visión verdaderamente real del país en el que vivimos.
Los hay también que llevan su amor por su equipo hasta un punto tan radical, que ya no es que no les interese lo que sucede en el mundo que les rodea, es que lo único que les preocupa es que nadie falte al respeto a su club, y el que lo haga deberá pagar las consecuencias, dando igual que sea un aficionado contrario, de tu equipo, un directivo o un jugador, y eso no es así. El fútbol solo debería ser un entretenimiento. ¿Qué nos hace reír, llorar, sufrir y disfrutar mas que un programa de televisión o un libro? Si, pero pasados cinco minutos del pitido final, tenemos que volver a nuestras vidas y no permanecer continuamente anclados al balón. No podemos permitir que usen nuestro amor para que nos manipules, para que lo usen como escudo, para que lo usen para ganar dinero poniendo partidos entre semana a las diez de la noche, y ni mucho menos que un par de individuos te digan que no puedes pasar a un campo con la camiseta de tu equipo y encima rezar porque no te den una paliza. Ve los partidos de tu equipo, ve los partidos de tu rival, ve los partidos de la Premier y los resúmenes del fútbol internacional si te apetece. Compra camisetas, revistas y videojuegos, nadie te impide que el fútbol sea tu hobby favorito, porque esto te lo dice alguien que hace todas las cosas que acabo de enumerar, pero lo que no puedes permitir es que te manipulen usándolo a este.
Los hay también que llevan su amor por su equipo hasta un punto tan radical, que ya no es que no les interese lo que sucede en el mundo que les rodea, es que lo único que les preocupa es que nadie falte al respeto a su club, y el que lo haga deberá pagar las consecuencias, dando igual que sea un aficionado contrario, de tu equipo, un directivo o un jugador, y eso no es así. El fútbol solo debería ser un entretenimiento. ¿Qué nos hace reír, llorar, sufrir y disfrutar mas que un programa de televisión o un libro? Si, pero pasados cinco minutos del pitido final, tenemos que volver a nuestras vidas y no permanecer continuamente anclados al balón. No podemos permitir que usen nuestro amor para que nos manipules, para que lo usen como escudo, para que lo usen para ganar dinero poniendo partidos entre semana a las diez de la noche, y ni mucho menos que un par de individuos te digan que no puedes pasar a un campo con la camiseta de tu equipo y encima rezar porque no te den una paliza. Ve los partidos de tu equipo, ve los partidos de tu rival, ve los partidos de la Premier y los resúmenes del fútbol internacional si te apetece. Compra camisetas, revistas y videojuegos, nadie te impide que el fútbol sea tu hobby favorito, porque esto te lo dice alguien que hace todas las cosas que acabo de enumerar, pero lo que no puedes permitir es que te manipulen usándolo a este.