Todo
el mundo pasa por un momento parecido en su vida que es ese instante en
el que te vuelves adulto y tienes que decidir que hacer con tu vida.
Seguir estudiando, empezar a trabajar, decidir que quieres estudiar o en
que quieres trabajar,....Son momentos de duda ya que el resto de tu
vida puede depender de este tipo de decisiones. Yo como mucha gente
decidí escoger los dos caminos que se me abrían: ampliar mis estudios y
empezar a trabajar (principalmente para pagarme los estudios). Estas
horas extra que uso para mi jornada laboral, han hecho que no me pueda
involucrar tanto como me gustaría con este
maravilloso proyecto que es el de Yosisedefutbol.com. Ya no puedo ver tanto fútbol como antes y
no siempre tengo tiempo para escribir ya que a mi ya ajetreada vida,
hay que añadirle precisamente eso, un poco de vida, y pasar tiempo con
los amigos y en otras aficiones que tengo al parte del fútbol. Esto
último ha provocado que me haya tirado semanas sin publicar nada, que no
haya podido administrar la cuenta de @YoSeDeLaReal
tan bien como quisiera, o colgar mis textos en el día que me piden
(supuestamente este texto debería haberlo subido ayer, así que ya pido
disculpas de antemano). Probablemente esto sean mas imaginaciones mías
que otra cosa, ya que uno le gusta
identificarse con su club no solo en lo futbolístico, sino en la forma
de ver la vida. Pero es la verdad, en este momento me identifico mucho
con mi Real Sociedad.
Hace
ya dos temporadas la Real Sociedad logró algo impensable en el comienzo
de ese mismo curso, clasificarse para la Champions League. Todos los
aficionados de la Real nos sentimos como cuando los Reyes Magos nos
traían ese juguete que tanto deseábamos para Navidad. Queríamos disfrutar
de la Champions lo máximo posible, pero al mismo tiempo debíamos de
intentar volver a repetir un buen papel en Liga para que esto no fuese
cosa de un año, y con menos recursos que en el año anterior tras la
marcha de Illarramendi.
Para colmo, este proyecto se pondría en las manos de un hombre con 0
experiencia y que demostró que el cargo le quedó grande, llamado Jagoba Arrasate.
El resultado es que apenas dos años después, ese juguete tan deseado
sigue funcionando a ratos (las victorias a Madrid, Barcelona, Atlético y
Sevilla este año) pero le dimos tantos golpes los primeros días que ahora está abollado y al que se le caen las pilas cada dos por tres.
¿Cómo soy capaz de verme reflejado en esto? Bueno, digamos que al
terminar el instituto yo me sentía como ese niño con juguete nuevo,
dispuesto a vivir una emocionante vida en la Universidad. Al mismo
tiempo quise compenetrar esto con un trabajo a media jornada y querer
seguir con mis aficiones de siempre a pesar de no tener tiempo para
todo. Para colmo, este planning de vida estaría dirigido por un irresponsable como yo, por lo que el resultado estaba garantizado.