El
retorno de Michael Schumacher a la Fórmula 1 en 2010 tras un retiro de tres
años no genero el interés que se esperaba en los patrocinadores, admitió el
representante del piloto, Willi Weber, para quien hubo "cierto
cansancio" de su figura. "La
comercialización no fue como lo había pensado, estuvo más bien moderada, se
evidencio un cierto cansancio de 'Schumi', Vettel era el nuevo Schumacher,
estaba en todos los carteles publicitarios, en la televisión, era el número uno
en ese momento", declaró Weber al diario Bild. Michael había dejado un vacío que ocupó
Sebastian, quien ese año gano 5 carreras y fue el más regular llevándose el
campeonato mundial mientras que Michael no gano ni una carrera, su mejor
resultado fue un pobre cuarto puesto tanto en España como en Turquía. Muy poco para una figura de semejante
envergadura.
Vamos
por partes. Cuando Pep Guardiola recibió
el Bayern Múnich, el equipo alemán estrenaba Triplete (Champions League, Copa
Alemana y Bundesliga) y él ya tenía tiquete asegurado para disputar tres
títulos más (Mundial de Clubes, Supercopa de Europa y Supercopa Alemana); el
técnico español conquistó dos de esos tres títulos (Mundial de Clubes y
Supercopa de Europa). A estas alturas de
su aventura alemana, el entrenador catalán cosecha una Copa Alemana y dos
campeonatos de la Bundesliga obtenidos en un tiempo récord más dos semifinales
de la Champions League. El entrenador
del Bayern ha ganado cinco títulos de diez disputados.
Agotados
los argumentos de los trofeos obtenidos, repasemos el aspecto meramente
deportivo, del que se contempla un progreso del equipo al que Guardiola dotó de
una flexibilidad táctica hasta ahora desconocida en Alemania, la misma que le
permitió dominar a su antojo la Bundesliga.
Pero aquella innovación que funciona a la perfección en Alemania, no
termina de cuajar en Europa; no se trata de excusarse en la avanzada edad
(deportiva) de varias de sus estrellas, en las lesiones de futbolistas claves
que le impidieron desarrollar el trabajo propuesto o que algunos jugadores no
llenaran las expectativas del entrenador.
Realmente hay poco que defender.

El
retorno de Schumi como de Pep no fue el esperado y su mítica imagen fue muy
afectada. La lógica de los títulos es la
única que funciona para la dirigencia y también para los medios, a los que el
crecimiento de Neuer o la evolución táctica del equipo nunca serán
suficientes. Los juicios de los
“expertos” tienden a sacar conclusiones por el resultado más inmediato que por lo
desarrollado a lo largo de una temporada; es evidente que para los gigantes
mundiales, el fútbol está hecho para ganar, no para competir y prefieren un
método más sencillo: si ganas, eres un genio pero si pierdes, eres un tonto. El cliché de "los resultados lo son
todo" sigue vigente.
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