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Pique con la selección española. (Foto: www.marca.com) |
Después de lo ocurrido en este
último mes y dada la repercusión que conlleva, he decidido escribir unas líneas
sobre una falta de respeto para unos y una forma de expresarse libremente para
otros, eso sí, según el contexto parece que unas veces piensan una cosa y otras
veces piensan otra. Efectivamente como imaginarán estoy refiriéndome a los
famosos pitos o silbidos, como quieran llamarlo.
Silbar en un espectáculo siempre
ha sido interpretado como un gesto de desaprobación o desacuerdo, por lo menos
en nuestra cultura. Siempre se ha tratado como algo dentro de la normalidad, y
es que son muchas las grandes pitadas que conocemos ya sea en cualquier
deporte, toros, a estamentos públicos, etc.
Pero me centro en lo que
realmente nos ocupa en la actualidad, los pitidos que recibió el himno nacional
español en la pasada final de Copa del Rey, que enfrentó al Barcelona y Athletic, y los que Piqué, jugador del Barcelona y de la selección española, ha
escuchado en la concentración en León del conjunto nacional. Yo no seré quien decida sobre
estos párrafos quién y a quién se debe o no pitar, cierto es que se ha puesto
de moda darle mucha importancia a esta forma de expresarse en disconformidad con algo.
Muchos vascos y catalanes
defienden el derecho de libertad de expresión cuando pitan al himno nacional,
entiendo que en un gesto disconformidad, ya sea hacia la corona, hacía el Estado, hacía unos ideales o por un sentimiento nacionalista. Si fuera por
motivos políticos, me parecería algo inadecuado utilizar un evento deportivo,
en el cual lo que debe prevalecer es el espíritu
deportivo, para reivindicar temas políticos. Pero bueno, hay libertad de
expresión y cada uno cuando paga una entrada puede actuar como quiera mientras
la ley no diga lo contrario, estemos de acuerdo algunos o no.
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Himno nacional en la Final de Copa del Rey. (Foto: www.mundodeportivo.com) |
Mi sorpresa llega cuando escucho,
de esos mismos que defendían los silbidos como una libertad de expresión, que
los pitos a Pique en la concentración en León de la selección española son una
falta de respeto. Esos mismos que pedían libertad de expresión apenas dos
semanas antes, ahora critican que los asistentes al Reino de León decidan, de
manera acertada o no, silbar a un jugador.
Parece que el detonante de esos
pitos fueron las palabras del catalán en la fiesta del triplete blaugrana, pero
desde mi opinión y por algunos testimonios de los allí presentes, es por sus
apariciones y declaraciones partidarias a un sentimiento independentista, algo
que como dije antes me parecería inadecuado hacer del fútbol un recurso para
protestar contra pensamientos políticos. Y si critican que se pite un símbolo
nacional, deberían tomar ejemplo de no hacer lo mismo con un jugador que, por
el motivo que sea, ha defendido y defiende los colores de "la roja" por cada
rincón del planeta.
Ahora bien, los pitos toda la
vida han existido y o siempre han sido una falta de respeto o siempre han sido
una forma de expresarse libremente, y no según desde el lado que vengan se
adopta un significado u otro. Con ello, espero que la repercusión que ha
adoptado esta peculiar manera de hacerse notar pase, y que todos nos demos
cuenta que pitar, aplaudir, gritar, cantar, animar, etc. es parte del fútbol, que
si se pita sea por el fútbol, si se aplaude sea por el fútbol y dejen que en
los estadios no prevalezca otra cosa mas que eso, el fútbol.