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Eduardo Galeano y su famoso libro (foto: marca.com) |
Montevideo, Uruguay, periodismo, 1940,… Eduardo Galeano. De
entre tantos y tantos personajes que aman el fútbol, y citan éste como un arte
intrínseco de cultura, nos encontramos con el recién fallecido periodista
Eduardo Galeano y su libro: “El fútbol a sol y sombra”. En él se rinde homenaje
al fútbol como música del cuerpo y fiesta que se puede disfrutar, no sin
levantar sospecha con los nuevos negocios que mueve este mundo.
Por tanto podríamos citar al fútbol como cultura por ser un
deporte que aglutina modelos de conducta, valores sociales y produce unos
sentimientos y unas experiencias que muchas veces ni las propias palabras
pueden describir. Por tanto, el fútbol, sí, es cultura.
Cualquiera que se pregunte por la cultura futbolística
expresada, por ejemplo, en las calles, tenemos la oportunidad de presentar una
sería de esculturas que llevan el mundo del fútbol más allá del terreno de
juego. Éstas están repartidas por todo el mundo, llevándose el grueso ReinoUnido y Argentina, donde el fútbol empezó a concebirse como tal y donde se vive
como una religión diaria. Una de las muchas estatuas repartidas entre Argentina
y Nápoles es la de Maradona que está en el Museo de la Pasión Boquense. Otros
argentinos también poseen las suyas, sobre todo los que han hecho disfrutar con
sus goles y jugadas a los hinchas, tales como Messi, Riquelme, Batistuta,…
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Barrio argentino con estatuas de Messi, Maradona y Batistuta (Foto: marca.com) |
También podemos disfrutar de estatuas de los mejores cracks
futbolísticos de antaño como Pelé, Di Stefano, Puskás, Best, Law, Charlton, Moore,
Kubala, Eusebio,… Y de otros a los que recientemente hemos disfrutado como
Henry, Bergkamp,… Actualmente con los famosos museos de cera y propios museos
de futbolistas, muchos son los que tras conseguir grandes logros, son citados
para tomarse medidas y deleitar a turistas y residentes. Aquí destacaríamos los
casos de Casillas, Cristiano Ronaldo, Iniesta, Gerrard, Beckham,…
Y para terminar, destacamos las esculturas de Antonio Puerta
y Dani Jarque, ídolos de sus respectivos equipos que tristemente fallecieron
vistiendo y defendiendo sus colores. Los aficionados que tanto silbamos, por
ejemplo los himnos, somos los primeros es destacar la labor futbolística y
cultural de nuestros ídolos.
No podíamos cerrar el artículo sin resaltar la
tan ya anticuada cultura futbolística como alegría en las canchas. Ésta se
trasladaba cada semana al hincha que huía de casa. A día de hoy el fútbol ha
podido perder velocidad pura, fantasía y osadía pero por suerte aún aparecen en
los terrenos de juego muchos descarados que dejan la
táctica y los libros a un lado y regatean, gambetean y retan a contrarios y
aficionados rivales por la propia aventura de su cuerpo para el propio gozo de
los aficionados. Es en ese momento cuando la ciudad desaparece, la rutina se olvida
y solo existe el templo, el jugador, el balón y la cultura, o sea, el gol!!!!!