¡El Betis tiene un color especial, el Betis sigue teniendo a su gente!

Esto señores es el Real Betis Balompié. Un club de los de siempre, de los de más de cien años de historia. Eso sí, ahora está arrastrando una cruda realidad institucionalmente hablando pero está pudiendo ser olvidada por las nuevs tardes de gran fútbol y de aspiraciones vivas y reales de estar con los más grandes.

 ¿Sabían que el Real Betis Balompié fue el primer equipo de la ciudad inscrito para disputar competiciones? ¿Sabían que el Real Betis Balompié es una de las grandes aficiones de España? ¿Sabían que tiene más del triple de simpatizantes que su eterno rival en todo el territorio español? ¿Sabían que el Real Betis Balompié es el segundo equipo de muchos de nosotros? Y, ¿sabían que su primer título de liga fue celebrado en la feria de su ciudad al coincidir con ésta?

 

Hasta para eso, ¡el Betis tiene un color especial, el Betis sigue teniendo a su gente!

Es en los años posteriores a la Guerra Civil donde la afición del Real Betis Balompié se gana una identidad. Es ahí cuando desde el barro de la Tercera División se les reconoce por su fidelidad a los colores. Es ahí cuando toma pié ese ¡Viva er Beti manque pierda! Y, como no podía ser de otra manera, vivió muchos años un vaivén entre la Primera y Segunda División, con cotas de títulos y tristes descensos, pasando también por su reconversión en S.A.D.

De repente, este año podemos disfrutarlo en la LigaBBVA. Porque ¡el Betis tiene un color especial, el Betis sigue teniendo a su gente!

De la mano de su jugador franquicia y máximo goleador histórico “Ruben Castro”, de uno de los jugadores más queridos del país y de su afición “Joaquín”, entrenados por el gran “Pepe Mel” y secundados desde las altas esferas institucionales por ex jugadores como “Gordillo”, todos esperan que los que visten las 13 barras verdiblancas puedan dar grandes alegrías a su afición pero sobretodo quieren dejar claro que no hay título más grande que llevar al Real Betis en el corazón.

Porque unos van y otros vienen, un año se sube y otro se puede bajar, pero su señal de identidad se encuentra en las gradas. ¡El Betis tiene un color especial, el Betis sigue teniendo a su gente!