Lass está ante su última oportunidad en Vallecas (Marca)

  El pasado curso, un muy enfadado Paco Jémez dijo de Lass que era un estupendo jugador con un entorno malísimo. Las declaraciones no cayeron en saco roto y el propio Lass, ante la oportunidad de salir cedido en el mercado invernal con destino Granada, puso como condición para su renovación con la escuadra vallecana, una claúsula «anti Paco Jémez», cosa que finalmente no se incluyó.

  El presente año, cuando todo hacía pensar que el técnico franjirrojo no contaría con el guineano, la fata de ofertas y efectivos en el ataque, unidos a una buena pretemporada por parte del extremo, hicieron dar a Paco la última oportunidad a un Lass visiblemente más enchufado. Finalmente se optó por contar con él, diciéndole que sería uno más. Nada de lo acontecido anteriormente lo tendría en cuenta Jémez, y tendría los minutos que se ganara entrenando. 
  La temporada comenzó con Lass en el banquillo, pero es cierto que cuando saltó al campo ya en la primera jornada ante el Valencia, se vio otro Lass al de otros años. Un jugador más implicado con el equipo. Lo que hacía enfurecer a Jémez, era que cuando perdía un balón, se quedaba lamentándose en vez de bajar a ayudar. No sabía lo que era hacer una cobertura a un compañero. Cuando un lateral subía, la banda quedaba completamente al descubierto. 

 Esas cualidades por ejemplo, sí las tenía el francés Kakuta la temporada pasada. Y el míster rayista ponía ese ejemplo: «Si el mejor jugador que tengo que es Kakuta, corre los 90 minutos arriba y abajo, como no se lo voy a exigir a Lass». Es cierto que desde la grada se observa que el rasero que se emplea con Lass por parte de Jémez es distinto que el que se usa con otros jugadores, pero quizá sea solo porque el propio entrenador sepa lo que puede dar Lass, y lo que puede aportar al equipo.

Este curso se ve un Lass más implicado (Marca)


  Pues como apunté antes, llevamos unos encuentros en los que Lass ha cambiado. Se le ve mucho más preocupado por el equipo. Llegando a ayudas hasta línea de fondo propia, haciendo esas coberturas tan necesarias en el sistema de juego de Paco, ya que los laterales tienen mucho recorrido, lo que han supuesto que la afición se lo agradezca en forma de aplausos en cada intervención de este tipo.

  Es como si el propio Lass se hubiera dado cuenta que está ante la última oportunidad de ser ese jugador diferente que prometía ser. Esos jugadores que encaran sin miedo, que atesoran una calidad distinta, una manera de ver y entender los partidos, y que en cualquier momento pueden cambiar el devenir del encuentro.
   Porque si no aprovecha esta oportunidad, no se sabe si alguien se la va a volver a dar. Así que, si el guineano por fin se ha dado cuenta de que este es su último tren, por su bien y por el del Rayo Vallecano, esperemos que llegue a tiempo a cogerlo, porque calidad tiene, y parece que por fin las ganas y la cabeza le acompañan.