

Ahora hablemos de los futbolistas. En España probablemente estamos pasando por el mejor momento de nuestra historia a la hora de sacar talentos, mientras que en Inglaterra los jugadores ingleses de verdadero nivel se pueden contar con los dedos de la mano. Bueno, eso también puede tener una expliación en la Ley Bosman. En los últimos años, los equipos que no son Madrid o Barcelona en España, se han visto forzados a manejar plantillas mucho mas austeras que los equipos ingleses. Cuando no tienes dinero para fichar, tienes que fabricar a los jugadores tu mismo, y es ahí donde las canteras han vuelto recobrar importancia en el panorama español. ¿Cuál es uno de los problemas de Bosman? Que los clubes, en su afán de fichar por fichar, muchas veces traen a jugadores formados en otros lugares y que no tienen un nivel superior a los jugadores de la casa. Todos los equipos han hecho fichajes de ese tipo, por lo que lo hemos vivido en nuestras carnes. En España nos hemos quedado sin dinero durante muchos años, hemos tenido que actuar con inteligencia a la hora, y los resultados están ahí. En cambio en la Premier, los equipos tienen tanto dinero, que como he dicho, es mas fácil traerte a un chico de la cantera del Brujas, que crear a uno tu mismo. Esto provoca que los jugadores locales, esos que van al estadio desde niños soñando con jugar en su equipo, tengan mas difícil hacerse con un puesto de titular, o incluso debutar en Premier. Obviamente la virtud estaría en el término medio, pero parece que en el fútbol eso no existe.
En definitiva, parece que Bosman solo ha traído cosas malas al fútbol. Las ligas están mas desequilibradas, hay menos competiciones de nivel, y los jugadores nacidos en el país tienen mas dificil llegar a jugar en la Liga. También ha habido cosas buenas, como el poder duelos históricos como los del Madrid de Cristiano contra el Barça de Messi, o la posibilidad de que los jugadores no necesitan nacer en una de las grandes potencias para poder llegar a un grande. Tal vez sin Bosman la situación no fuera mejor que ahora, pero uno no puede evitar ponerse nostálgico, y pensar en esta utopía.