
A
principio de semana se anunció que Pep Guardiola dirigirá las próximas tres
temporadas al Manchester City,
confirmándose todos los rumores que venían desde que en Diciembre se hizo
oficial su marcha del Bayern al finalizar esta temporada. A mitad de semana, el Barcelona dejó virtualmente
sentenciada su clasificación para la final de la Copa del Rey al golear 7-0 a
un pésimo Valencia con
un póker de Suárez y un hat-trick de Messi en otra exhibición del actual
campeón ante un rival que justificó por qué está más cerca del descenso que de
Europa. Puede una goleada en Copa del
Rey tener conexión con un anuncio de la Premier, créanme que sí.
Desde
hace buen tiempo para acá he venido escuchando que el Pep Guardiola no es el gran
técnico del que muchos hablan, que está sobrevalorado y que siempre ha caído en
gracia al tener muy buenas plantillas que le facilitarían el trabajo a
cualquier entrenador. La verdad no creo
que el tema sea tan simple como muchos lo exponen. Prácticamente ese mismo Barcelona, esa mágica
plantilla de estrellas al que cualquier entrenador puede poner a jugar termino
devorándose a Gerardo “El Tata” Martino, que llego a la ciudad condal con métodos
de la vieja guardia a los que los jugadores ni se adaptaban ni querían hacerlo. Entonces el cuento ese que con esa nómina
blaugrana, cualquiera dirige al Barça, quedo en solo eso, un cuento más.
Antes
de hacerse cargo del Valencia, Gary Neville era reconocido por haber levantado 27
títulos con el Manchester United como jugador y lograr convertirse en un gran
analista de la televisión británica Sky Sports, tanto así que se transformó en
el hombre de referencia por sus profundas observaciones de la Premier inglesa y
Roy Hodgson se lo llevo como asistente de la Selección inglesa al Mundial de
Brasil 2014. En el terreno de juego,
Neville no ha mejorado en nada al Valencia de Nuno, de eso pueden dar fe los
resultados y no hablamos de lo que sucedió esta semana en el Camp Nou, nos
referimos a que en la Liga ya suma 11 partidos seguidos sin ganar (7E y 4D) y
ofreciendo una pésima imagen. Una cosa
es la teoría y otra la práctica.
Así
como a Newton lo cuestionan por ser “de color” a Guardiola lo hacen por
“acomodado”. Un equipo de futbol de
clase mundial va más allá de una buena plantilla. Esas grandes nóminas de quilates requieren de
algo más que un buen entrenador o de un analista que lo sabe todo frente a las
pizarras de televisión; es por esto que no entendemos que al hombre de Sampedor
aún se le ponga en duda. Hacer que un
equipo ingrese en la elite europea y compita, es una tarea titánica. Para aquellos que creen que los técnicos solo
valen por sus trofeos, es muy probable que Simeone o Wenger no les alcance y tampoco
les va a servir Pep, si no gana la próxima Champions. Tal vez a Guardiola se le puedan discutir sus
resultados pero nunca, si sabe o no de esto. Eso nunca.
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