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Florentino Pérez en uno de sus encuentros con los peñistas. (foto: marca.com) |
Cuando se ganan títulos el carro suele estar bastante lleno.
Cuando los resultados no son acorde con lo esperado a principio de temporada,
éste suele dejar de estar a rebosar.
A estas alturas de temporada, el Real Madrid ha dicho adiós
a la LigaBBVA, a la competición copera y únicamente debe estar pendiente de la
Champions League.
¿Podemos decir, por tanto, que los merengues tienen 6
finales para optar a la tan ansiada Undécima? Tan cierto es que un clavo saca a
otro clavo como que un título de ese prestigio aliviaría las penas pero,
¿debería el club renovarse?, ¿es acorde a un club de esta dimensión que desde
Febrero los partidos que vayan a ver sus socios en la liga sean casi
considerados amistosos?
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¿Son estos los culpables? (foto: marca.com) |
¿Quiere decir estos que se tire la temporada en Febrero? No.
Los más grandes (y el Real Madrid es el equipo más grande de
la historia del fútbol) tienen la capacidad de recuperarse en un santiamén. Y,
aunque no sea de cara a cambiar toda su estructura en unas semanas, puede que
los jugadores se fijen en sus colegas de baloncesto, puede que quieran llegar a
tope a la Eurocopa y necesiten de unos triunfos que les hagan llegar
enchufados, o puede que les pique el orgullo y ver que están jugando con la
ilusión de millones de seguidores para
así tratar de acabar dignamente la temporada. Y decimos dignamente, porque sólo
la Undécima aliviaría una parte del dolor de los últimos años.
En menos de 100 días el club, el presidente, el cuerpo
técnico, los jugadores y la afición deben lavar su imagen y recuperar lo que
les ha hecho ser los más grandes: los valores del Real Madrid.