CESPED
EUROPEO – La Ira
Hiroshi
Motohashi estaba muy enojado con la gerencia del restaurante Iroha Sushi
Studio, así que decidió dejar algo para que otros clientes lo recordaran. Cuando el enfadado cliente enseño una pequeña
serpiente, los encargados del lugar lo confrontaron en un principio y le
pidieron que se retirara, el hombre se marchó, pero minutos después regresó con
una víbora aún más grande: una pitón de 4 metros de largo y la arrojó al suelo. Los empleados afirmaron que Motohashi había
pagado una cuenta de 200 dólares por su comida antes de mostrarle al resto de
los clientes el oficio más pequeño, un gesto que desagradó a los comensales.
Por obvios motivos, la pitón gigante les disgustó aún más y algunos clientes
huyeron aterrorizados, reportó la Policía.
El
día que el Everton elimino al Chelsea de la FA Cup, toda la impotencia blue la
reflejó Diego Costa, expulsado a cinco minutos del final por un forcejeo con
Gareth Barry. El internacional español,
que ya había visto su primera amarilla por darle un manotazo al veterano
centrocampista inglés al poco tiempo de comenzar la tarde futbolera, perdió los
papeles en un bocado digno del mejor Luis Suarez. Tras recibir una falta que el árbitro
castigaría con amarilla, Costa se revolvió para encararse con Barry, primero
arremetió con la cabeza y luego amagó con darle un mordisco en el cuello. El
mediocampista de los toffees aseguro después del partido que nunca fue mordido.
Entonces
se vino la fecha FIFA y Del Bosque dio su nómina para los partidos en que la
selección española enfrentaría a Italia (Marzo 24) y Rumania (Marzo 27); el
técnico español también se pronunció tras dar a conocer la convocatoria
asegurando que Diego Costa no estaba dentro del listado por lesión: "Son
cuestiones de salud, ya que se retiró antes de tiempo del partido ante el
Everton", a su vez, el seleccionador ha quitado importancia al incidente
del atacante nacionalizado español con Gareth Barry: "Su situación con
Barry fue leve y tampoco hay que darle más vueltas. No fue un episodio
grave" manifestó el entrenador.
No
sé si realmente el hombre de Lagarto se cayó por problemas físicos o porque Del
Bosque consideró que no era el momento para traerlo pero de lo que si estoy
seguro es que las continuas salidas en falso del delantero no lo dejan muy bien
parado que digamos. Su comportamiento
realmente se acerca más al de un gamín sin ningún tipo de educación que al de
un jugador de futbol profesional, entendemos que un Atlético de Madrid o
Chelsea tengan que soportarlo porque hay un contrato de por medio pero no
tendría explicación alguna volverlo a llamar a la roja de Europa, porque una
selección es eso, una convocatoria de los mejores en donde las condiciones futbolísticas
son tan importantes como los valores o el saber que eres el representante de un
país.
Así
como Motohashi descargo su ira con una serpiente, Costa lo hace provocando o
escupiendo. El futbol es una disciplina
de rivalidades, no de enemigos ni guerras y no todo vale; en este orden de
ideas, el deporte más hermoso del mundo no puede tolerar a tipos casi
delincuentes como Diego Costa. Cuando jugadores como el son constantemente
perdonados por sus continuos ataques de furia casi incontrolable, validando sus
acciones una y otra vez, no estamos más que alimentando a la bestia negra de la
violencia y le estamos enviando el mensaje equivocado a las nuevas generaciones
que lo siguen cada fin de semana. Diego
es un excelente jugador, un definidor excepcional pero nada de esto le debe
permitir hacer lo que hace. Nada.
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