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Griezmann celebrando un gol. (FOTO: sport.es) |
No sé si será de ventajistas escribir sobre la gran
temporada 15/16 que ha realizado Antoine Griezmann y que terminaba para él con
la final de la Eurocopa, que desgraciadamente para el francés no pudo
conquistar sobre el césped de Saint-Denis (Francia). No sé si será muy objetivo
ensalzar los números que el 7 del Atlético de Madrid y de la selección gala ha
tenido durante estos meses de competición. No sé si será muy acertado hablar de
la posibilidad de que el Balón de Oro se lo llevase “el principito”, a pesar de
que estamos en julio y quedan 6 meses para que se otorgue. Y que además, difícil
lo tiene después de no conseguir ningún título colectivo. No sé si será el
momento de valorar que Cristiano y Messi pueden tener un sucesor, e incluso por
delante de otros que se presumen sus predecesores desde hace tiempo como Neymar
o Bale. Todo parece muy subjetivo.
Lo que parece que no tiene discusión es que el club
rojiblanco no se confundió cuando en el verano de 2014 apostaba por un
jovencito y rubito francés que despuntaba en la Real Sociedad. A pesar de que
algunos llegaron a afirmar que daba un paso atrás en su carrera al marcharse al
conjunto de la ribera del Manzanares. Sin embargo, los que parece que no se
confundieron fueron los más de 6000 aficionados rojiblancos que en pleno de
junio de 2014 se dieron cita en el Calderón para recibir a un jugador que prometía
esfuerzo y goles.
Pues dos años después de ese momento, Griezmann ha logrado
59 goles con la casaca rojiblanca (en esta última temporada; 22 goles en liga,
7 en Champions y 3, en la Copa del Rey). Los goles que prometía lo está
cumpliendo. Y el esfuerzo también. Simeone ha llevado al crack galo a saber
sufrir dentro de un terreno de juego y a ser decisivo en momentos claves de la
temporada, tanto en el Atlético como en Francia. Más allá de que en la final de
Champions errará ese maldito penalti que se marchó al larguero o que en la
reciente final de la Eurocopa no cumpliese con las expectativas que se le suponían.
Un listón tan alto que él mismo ha puesto con actuaciones dignas de los mejores
del panorama futbolístico como en la vuelta de cuartos de final de Champions
ante el Barcelona, en las semifinales ante el Bayern o en la fase final de la
Eurocopa, donde además se ha alzado con la bota de oro -con 6 goles- y con el MVP del torneo.
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Griezmann celebrando un gol con Francia. (FOTO: elmundo.es) |
Por todo ello, cuando fue presentado en el Vicente Calderón
llegaba con “mucha ilusión”, como él mismo declaraba micrófono en mano sobre el
césped del coliseo rojiblanco. Dos años después, tienen que ser los aficionados
colchoneros los que se sientan ilusionados de poder disfrutar una temporada más
de un jugador que está destinado a ser uno de los grandes nombres del panorama
futbolístico muy a corto plazo. Un jugador que, además, se muestra muy
identificado con el club, con la afición y con su técnico. Por eso, no importa lo que haya pasado. Disfruten
de Antoine. Disfruten de Griezmann.