CESPED EUROPEO – Otra vez
Memento mori es una frase latina que significa «recuerda que vas a morir». Se la soltaba machaconamente un siervo a los militares que entraban victoriosos en la Roma imperial para que se les bajaran los humos y darles un baño de humildad.  La frase tiene su origen en una peculiar costumbre de la Antigua Roma, que quizás tenga origen sabino. Cuando un general desfilaba victorioso por las calles de Roma, tras él un siervo se encargaba de recordarle las limitaciones de la naturaleza humana, con el fin de impedir que incurriese en la soberbia.
España e Inglaterra se han despedido de esta Eurocopa, el resultado final es igual pero las formas son diferentes; mientras el vigente campeón era eliminado por Italia, la que mandaba a casa al equipo de la reina era la sorpresiva Islandia.  Otra vez fuera, otra decepción más.  En los últimos tiempos el fútbol inglés se está más familiarizando con las actividades de duelo que con las celebraciones y los carros de bomberos.  Es evidente que los torneos de selecciones a los que asiste cada verano se están convirtiendo más en una tortura que una satisfacción y está herida, promete ser profunda, con sangre.  Una herida que profundiza el problema de fondo.
La misma Inglaterra que salió en la fase de grupos en Brasil, una aventura que solo duro ocho días en la Copa del Mundo 2014, parece no tener lecciones aprendidas, no han hecho progresos. El conjunto de Roy Hodgson ilusiono como ninguno durante la fase clasificatoria a esta Euro 2016, de cabalgar las preliminares con 10 victorias en 10 partidos jugados más 31 goles a favor y tan solo 3 en contra a pasar a ganar solo uno de sus cuatro juegos en Francia, tan pobre como cruel.  Durante este tiempo al frente de la selección de los tres leones, en ningún momento se le vio Hodgson tener claro su mejor once y a nadie se le cruzaba la idea de perder con el once dirigido por un dentista, un conjunto que termino dando una lección a los bárbaros británicos sobre cómo se debe jugar al fútbol, partiendo de la base de la disciplina y reescribiendo frente a los propios ingleses, la historia del deporte cuyas reglas fueron diseñadas en un pub londinense en 1863.
En medio de todo este desastre puede parecer paradójico, hasta perverso, sugerir que no todo está perdido, el conjunto ingles tiene algunos buenos jugadores a los que les ayuda su edad; Harry Kane, Dele Alli, Daniel Sturridge, Marcus Rashford, John Stones y Jack Wilshere han dejado algunos destellos de calidad en este torneo y son jugadores con talento, dejan la esperanza de una base decente de cara al futuro o al menos, un interesante grupo.  El problema ahora es encontrar el técnico ideal para llevar a esta camada a interiorizar una idea que produzca resultados rápidos, positivos y que no se pierda otra buena generación en el ostracismo futbolero.

Cuando Gary Lineker se enteró que Islandia iba a ser el siguiente rival, se reía con su característico tono irónico y burlón “Nunca Inglaterra ha caído contra Islandia en una Eurocopa”, dijo.  Creo que nadie mejor que The Mirror para definir a esta selección: “Un equipo sin ideas, no convencen. Hay tres cosas que son seguras en la vida: la muerte, los impuestos y las actuaciones mediocres de los ingleses en grandes torneos» y remató, “Demasiado famosos, demasiado importantes, demasiado ricos, demasiado arrogantes para aceptar la velocidad y la lucha al enfrentarse a una de las naciones más pequeñas de fútbol europeo. Esto es Inglaterra».  El ego ingles recibió un baño de humildad, ya no hay enemigo pequeño.  Algunos aún no se han dado cuenta, esto ya cambio.