CESPED
EUROPEO – Todo por la plata
A
finales de Agosto de 2013 escribí una columna en la que resaltaba como el
Arsenal vendía por montones y compraba muy poco, fue un verano generoso en
nombres pero pobre en contrataciones mientras la casa gunner se convertía en
sucursal de los servicios de salud londinenses y todo apuntaba a un solo
nombre: Arsene Wenger. El técnico
francés que en Octubre próximo cumplirá 20 años al frente del equipo inglés y
que no gana la Premier League desde hace 12 años, aun refuerza la estructura física
mientras las vitrinas se llenan de telarañas.
No
nos digamos mentiras, se mira peor a uno que despilfarra que a un tacaño porque
trabajar y ahorrar son valores bien vistos en la sociedad. En principio, ahorrar debería ser una
actividad que debe perseguir un objetivo; es decir, cuando uno ahorra, lo hace
con un propósito concreto: para adquirir un auto, una vivienda o realizar un
viaje. En este caso, los comportamientos
obsesivos hacia la restricción de gasto están plenamente justificados pero
realizada la inversión o la adquisición, el sujeto suspende su actividad
ahorradora y pasa a comportarse como un individuo normal. El Emirates ya se construyó, entonces, ¿Arsene
Wenger es un ahorrador o un tacaño?
Mientras
definimos que es, ha llegado el momento de que el Arsenal modifique su política
de fichajes, es evidente que el elenco gunner necesita gastar más para acortar
la distancia con los dos clubes de Mánchester o el Chelsea, apostando por
jugadores más experimentados pero sobre todo por un verdadero líder en la
cancha, uno que jalone dentro del terreno de juego y que sea ese caudillo capaz
de sostener al equipo en los Febreros malditos de cada temporada. Para muchos, que el viejo Arsenio se gastara
esta semana £ 16,9 millones por Lucas Pérez del Deportivo La Coruña y £ 35m por
el defensor central Shkodran Mustafi del Valencia ya era mucho, pero no se
puede engañar de esta manera tan infame a los hinchas, ya que ninguno de los anteriores,
ni Xhaka, ni Holding ni Asano son cracks que pueden meter a este conjunto en la
pelea por el título.
Arsenal
tiene las arcas llenas pero no gasta. El
club construyó un estadio de 490 millones de euros, sin sobresaltos deportivos
ni económicos, es el único conjunto de la Premier League en calificar a la
Champions League en las últimas 18 ediciones de forma consecutiva (mas
dinerito) y para nadie es un secreto que el técnico alsaciano, con una
formación académica en Economía de la Universidad de Estrasburgo, ha
revolucionado desde las metodologías de entrenamiento hasta las finanzas de la
institución, al que le redujo su deuda a la mitad en apenas ocho años. Pero el tema ya no pasa por los billetes sino
por los trofeos, las directivas del Arsenal se empeñan en mantener un míster
que no ficha lo que pide el equipo para potenciar su idea, no estudia a sus
oponentes, no lee los partidos y no toma decisiones que cambien el desenlace de
los mismos y solo espera que la partitura termine de sonar o que alguno de sus
talentosos saque un conejo del sombrero.
El
Arsenal tiene el dinero suficiente para luchar por los grandes nombres del
verano, pero Wenger siempre ha sugerido que no hay muchos jugadores disponibles
en el mercado que puedan mejorar su once. El problema es que los aficionados gunners ya
se cansaron de ver cómo los dueños de Chelsea, City o United realizan fichajes
millonarios cada año y dan las vueltas olímpicas. El infinito agradecimiento por un técnico que
sostuvo un brillante pasado financiero, está torpedeando el futuro futbolístico
del club. Definitivamente, no hay peor
ciego que el que no quiere ver.
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