Utilizar
silicón para hacer las camisetas más resbalosas, abrir puertas para crear olas
de viento durante una patada para gol de campo, rosear adhesivo en los guantes,
negociar a jugadores o entrenadores de otros equipos durante la temporada o
usar sustancias prohibidas, son solo algunas trampas que se pueden ver en la
NFL, siendo los Patriotas de Nueva Inglaterra los más famosos en estas artes y
según la web YourTeamCheats.com ningún equipo se salva. Es un virus.

No
siempre se quiere engañar a los árbitros, cuando Miroslav Klose era futbolista
del Werder Bremen vivió una situación semejante. El artillero alemán
cayó en el área tras chocar con el guardameta del Arminia Bielefeld, el
colegiado de aquel encuentro señaló penalti y amonestó al portero. En esos
momentos, Klose explicó al réferi de turno que había cometido un
error y que el arquero había tocado antes el balón. La decisión quedó
anulada y el partido continuó; por esa acción, el delantero internacional germano
recibió el premio a la deportividad de esa temporada (2004-2005). Tampoco todos los actos de honestidad son
recompensados, Robbie Fowler visitaba Highbury como jugador del Liverpool
cuando acudía en búsqueda de un pase en profundidad al mismo tiempo que David
Seaman y parecía derribarle. El árbitro
señaló el punto fatídico a pesar de la insistencia por parte de Fowler en
indicarle que no había sido así. Finalmente acabó en gol.
Lo
del Tottenham no es nuevo, a comienzos de Diciembre Mauricio Pochettino quedó
en el ojo del huracán luego de que su equipo venciera 5 a 0 al Swansea y uno de
sus jugadores fuera duramente criticado por fingir el penal que abrió el
marcador. La simulación de Dele Alli fue duramente cuestionada y el entrenador
santafesino en lugar de minimizar el tema, calentó más la cosa al afirmar sobre
las simulaciones: "Sí, en
Argentina la gente entrena eso, es verdad". El técnico dijo que
"hace años" esto se hacía, pero que ahora no lo sabe. "Cuando era jugador, una parte del
entrenamiento era hacer trampas. En Newell's, hace muchos, muchos años era
parte del entrenamiento", reveló.
Y dijo que ahora los ingleses se parecían cada vez más a los argentinos.
La
ética del fútbol es la de la calle. El pícaro en Europa y el vivo en Suramérica
son variantes de un espécimen que ha tratado de burlar las reglas en beneficio
propio. Y ha gozado de cierto prestigio social.
La trampa se ha globalizado, la artimaña está a la orden del día:
simulaciones, protestas, provocaciones, dopaje, tongos, apaños y el fútbol lo
magnifica todo, la mano de Maradona en México 86 o la de Henry contra Irlanda
rumbo a Suráfrica 2010; los fanáticos convierten el fraude deportivo en un acto
místico y lo único que importa es ganar, porque como lo decía Bilardo: "el
fútbol es para los vivos". Al
final, los Klose y Fowler se extinguirán como dinosaurios.
0 comentarios:
Publicar un comentario