CESPED EUROPEO – Muñecos rotos
A mediados del 2009, el ingeniero de software Brian Acton, quien ya había trabajado con Apple y Yahoo, no podía encontrar trabajo; se dirigió a Twitter y Facebook.  Ambos le dijeron ‘no’: Twitter en Mayo y Facebook tres meses después, en Agosto. Sin poder encontrar empleo, Acton y su ex colega de Yahoo y amigo Jan Koum (a quien Facebook también había rechazado el año anterior) encontraron una solución: Koum lanzó una ‘startup’ y Acton se unió 9 meses después.  Ese proyecto se llamó WhatsApp y en 2.014, Facebook pago por él $16.000 millones de dólares.
A mediados de Mayo de 1996, el Real Madrid llegaba a un principio de acuerdo con el Inter de Milán para el traspaso de un lateral izquierdo brasileño que no entraba en los planes de Roy Hodgson, técnico ingles contratado por la institución italiana con el objetivo de sacarlo del pozo en el que había caído en la Serie A y después de haber sido eliminado de la Copa de la UEFA en la primera ronda por el desconocido Lugano suizo.  Ese defensa había aterrizado en el Inter de Milán procedente del Palmeiras y su impacto fue inmediato, en sus primeros cuatro partidos con la camiseta interista marcó cuatro goles pero nada de esto valió para Hodgson; el jugador le pidió a Massimo Moratti que le dejara abandonar el club y Roberto Carlos se iría a vivir a Madrid.
Del fulgurante inicio en el Partizan de Belgrado al brillo ilustre en la Fiorentina; 30 millones y a uno de los clubes más prometedores de la Premier, el Manchester City, aunque las cosas no salieron tan bien en las canchas inglesas.  Apareció el Inter como tabla de salvación, la Serie A que tanto conocía parecía perfecta para resucitar pero su futbol no volvió a resplandecer. Con apenas algunos destellos de su futbol y una relación rota con la directiva, tomo un avión a Sevilla para aterrizar en la ciudad hispalense buscando recuperar la ilusión perdida e intentar relanzar su carrera.  Lo de Stevan Jovetic es una historia para contar, el delantero cedido por el club italiano es la sensación del momento en Nervión, su actuación ante el Leicester en la ida de los octavos de final de la Champions se une al excelente rendimiento desde su debut ante el Madrid (marcó a los pocos minutos de entrar en el campo) y ha logrado convertirse en el delantero referente para Sampaoli desbancando a goleadores como Ben Yedder o Luciano Vietto.
Algo está pasando al interior del Sanchez Pizjuan.  Al conjunto andaluz ya no solo se le destaca por sus títulos de Copa UEFA, no le dan mareo las alturas en las que vive actualmente en La Liga sino que también se dedica a rehabilitar muñecos rotos, talentosos que empiezan a iniciar el peligroso camino sin retorno del ostracismo por culpa de un técnico que les desprecia y les manda al desván de los trastos viejos.  Antes habían sido Banega, Nasri y hasta el propio Luis Fabiano, a quien tuvieron que ir a buscar a Suramérica tras su primera y frustrante experiencia en Europa con el Rennes y el Oporto.  Muchos de ellos declaran que han vuelto a disfrutar del fútbol en el Sevilla, con una afición increíble, una ciudad pequeña y un club en continuo crecimiento.

¿Pero que hace que un jugador fracase aquí y luego triunfe allá? El mundo de la alta competición es muy complejo, existen factores que son vitales como la confianza, la mentalidad, la capacidad de adaptación, la presión, el compromiso o el mismo carácter al que el mítico entrenador de la NBA Phil Jackson ponía por encima del talento pero sobre todo el entorno, un ambiente agradable junto a técnico motivador, pueden terminar despertando ese talento dormido.  Monchi lo sabe.