"Obviamente, cabecear podría ser uno de los factores de riesgo y por eso empezamos a implementar pautas de cuidado en el fútbol juvenil", anunció Mark Bullingham, director ejecutivo de la Asociación de Fútbol de Inglaterra.
La familia de Jeff Astle fue la que encabezó la campaña para descubrir los efectos a largo plazo de las lesiones en la cabeza de los jugadores.
Astle murió en 2002 a sus 59 años, y su defunción se atribuyó a haber cabeceado en repetidas ocasiones, pelotas de cuero.
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