El Bayern de Guardiola sigue decepcionando y a pocos días de su enfrentamiento ante el Chelsea en la Supercopa de Europa, los bávaros tuvieron su primer pinchazo de la temporada. No solo el resultado fue horrible para los intereses del Bayern, también lo fue la imagen ofrecida dentro del campo, haciendo que las críticas hacia el entrenador español sigan en aumento. ¿Son esas críticas justas? Vamos a analizar porque este Bayern ha pegado un bajón tan grande estos últimos 3 meses y hasta que punto Pep es culpable.
Normalmente suelo analizar punto por punto el juego de ambos equipos y comentar lo que se ha hecho bien y que se ha hecho mal en mi opinión, pero el partido de ayer fue tan flojo que apenas se puede comentar nada él. Por lo tanto voy a hablar de cual está siendo el problema del Bayern en estos partidos, y es la falta de intensidad. La pasada campaña el Bayern salía a resolver los partidos desde el minuto uno, por lo que ofrecía un juego muy vertical con el que acabar marcando lo mas pronto posible y con una fuerte presión que le permitiera tener la posesión del balón casi todo el partido. Guardiola ha dejado de hacer estas cosas y el Bayern ha pasado a elaborar cada vez mas sus jugadas. El problema es que los jugadores del Bayern no tienen la capacidad de tocar la pelota con la misma facilidad que si la tienen Xavi, Iniesta, Busquets, y demás jugadores del Barça. No digo que sean incapaces de jugar bien de esta forma, pero la plantilla del Bayern debe adaptarse a este cambio y eso puede tardar en ocurrir, sobretodo si no ponen de su parte. Pero lo que menos me gusta de este Bayern es que deja jugar demasiado a sus rivales, y en partidos como los de ayer en donde no matas el partido, le estas dando a tu adversario la oportunidad de empatarte en cualquier momento.
Es cierto que, como mucha gente ha defendido, el Bayern jugó con muchos suplentes ante el Friburgo debido a su enfrentamiento ante el Chelsea el viernes, pero el once inicial del Bayern seguía siendo muy superior al del Friburgo y debería haber ganado el partido. Y es que otra de las virtudes del Bayern de Heynckes es que todos los jugadores de la plantilla podían unirse al once titular en cualquier momento y las rotaciones no afectaban en el funcionamiento del equipo. En cambio con Guardiola cualquier cambio en el once tipo produce demasiados desavarajustes, y en partidos como el de ayer donde hasta siete jugadores se pueden considerar como poco habituales, el resultado es un fútbol realmente penoso. Pero es comprensible, si los titulares tienen dificultad para adaptarse a este cambio de juego, los suplentes ni hablamos.
En general ha sido un inicio muy decepcionante de todos los equipos grandes en Europa. Con el paso de los meses veremos que equipo se ha adaptado mejor a los cambios y se convierte así en el nuevo rey de Europa.