En todos los ámbitos de la vida, la familia, los amigos, la pareja, etc. la comunicación es el hilo conductor por el que podemos expresarnos y relacionarnos con los demás. En el fútbol ocurre lo mismo, un equipo es una familia unida por el amor a un deporte y como tal, la comunicación es importante para el correcto entendimiento de todos los miembros del grupo.
Cuando algunos equipos comienzan a mostrar peores resultados en los partidos o en los entrenamientos, suele deberse a una pérdida en la calidad de comunicación en el equipo y entre cada uno de los integrantes. En este caso, el psicólogo deportivo, se encarga de investigar aquellos puntos conflictivos del equipo, a través de la observación y la anotación. En muchos de los casos, se pierden de vista los objetivos marcados y establecidos, el grupo comienza a desestabilizarse.
Este fallo en el equilibrio ocurre continuamente, podemos observarlo en cada temporada de liga, ya que son muchos los equipos que pasan por altibajos. Y es que todos los jugadores y personal técnico, se enfrentan diariamente a la presión de los medios de comunicación, a problemas familiares, de salud (lesiones) y enfrentamientos o discusiones debido a la disparidad de opiniones con otros compañeros del equipo o con el entrenador, entre otros factores. Por lo que en futbol es un deporte que se desarrolla bajo la presión constante de un contexto social, que muchas veces crea ansiedad en los jugadores. Para intentar mediar en estas situaciones, existen multitud de estrategias que fomentan la comunicación.
Éstas son brevemente algunas de las estrategias:
-Que el entrenador hable con los jugadores cada entrenamiento, que se preocupe por ellos y por lo que les pueda ocurrir. El entrenador es el que mas puede detectar si a alguno de sus jugadores les afecta algún acontecimiento y si puede afectar o no al grupo o al esfuerzo del propio jugador.
-Reuniones semanales con el equipo, para que todos puedan expresar opiniones.
-Comunicación diaria del cuerpo técnico con sus jugadores, a través de pizarras, mensajes en el vestuario, etc. Donde se plasmen los objetivos que se desean cumplir y aquello que se necesita trabajar.
En cualquier caso, la comunicación no debe servir para dirigir a los jugadores como marionetas según las órdenes del entrenador, hay que conocer las necesidades de cada jugador e incluir esas necesidades en el grupo, para crear una buena relación y cohesión entre los miembros del equipo. Sólo así se consigue aumentar la seguridad, la confianza y el sentimiento de pertenencia al equipo.
Hay que enseñar al grupo a considerar a la comunicación como una forma de expresar los aspectos mentales, emocionales y como un estilo de vida, para que todo influya de forma positiva en el rendimiento.
Los jugadores de fútbol son como los gladiadores de nuestra época, son observados, criticados, alabados, etc. dependiendo del momento y de las circunstancias. Realizan un increíble esfuerzo físico y mental en cada partido y en cada entrenamiento. Por ello, el entrenador debe fortalecer al equipo, a través de la unión, la cohesión, el respeto y proporcionar estabilidad al equipo. Y no hay mejor forma de hacerlo que a través de la comunicación.
Ésta debe ser el vehículo para entender lo que significa realmente el lenguaje del fútbol. Este lenguaje está formado por autoinstrucciones que el propio jugador se hace a sí mismo, la expresión verbal y visual, la escucha y el lenguaje corporal entre otros.
Pero este lenguaje del fútbol es muy complejo y está lleno de influencias tanto externas (medios de comunicación y contexto social), como internas (opinión propia del jugador sobre él mismo). Los jugadores se dejan llevar por las opiniones de los medios de comunicación y las de su entrenador. Necesita sentirse parte del once inicial, ser el centro de atención y sentirse importante e imprescindible para el equipo. Pero esto no debe ser así, el entrenador debe saber expresar y comunicar seguridad al equipo, debe hacer entender a cada jugador que lo importante es el grupo y que ningún jugador es imprescindible, que todos y cada uno de ellos son importantes para el grupo aunque no jueguen 90 minutos. Que para ganar un partido hace falta la unión y la lucha de once mentes y cuerpos que dejen su esfuerzo y trabajo en el terreno de juego. El fútbol no es individualidad.
Un buen ejemplo de lo que he explicado, puede observarse en la entrevista del Cholo Simeone para la cadena ser, donde refleja que cada miembro del grupo es imprescindible.
En definitiva, entre todo el equipo técnico y el psicólogo deportivo, deben observar y atender aquellos conflictos que vayan surgiendo, resolviéndolos y buscando las mejores soluciones para que el equipo no se vea influido negativamente en su trabajo y rendimiento.
La comunicación es la unión del equipo y el camino hacia el triunfo.
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