Si hablamos de la Directiva del Elche CF, podríamos necesitar demasiado espacio en un blog, donde lo que más se valora es el amor por el fútbol. Así que, teniendo en cuenta esto, y por supuesto que no quiero que este artículo sea un caldo de cultivo para aquellos que nos etiquetaron erróneamente en los play offs de ascenso a Primera; y tampoco quiero que quienes inviertan su tiempo en leerlo sientan que no entienden como un club que ha sido gestionado de la manera que lo ha sido el Elche, se le ha permitido ascender a Primera División; no me extenderé demasiado contando como se ha maltratado a los abonados en temporadas anteriores con packs de entradas baratísimas para no abonados; con como se ha vendido a ciertos jugadores camuflándolo todo por un despido por «mala conducta», para dejar el bolsillo personal bien lleno; como se ha hipotecado la publicidad estática y la de las camisetas a 20 años para quitarse de encima a Juan Carlos Ramírez (no vaya a ser que al final se quede él y nos vayamos nostros); y tampoco me extenderé contando como la actual Directiva hizo lo propio con Juan Anguix (al que le perdían las formas al exponer su buen fondo, y que fue despedido de la Vicepresidencia justo cuando su popularidad se hizo peligrosa para la Directiva). Tampoco seré extenso en contar como nadie aseguró el pago del Real Betis por Jorge Molina, ni hablaré demasiado del fraude en la venta de entradas, con más de 20 empleados imputados y despedidos y posteriormente entonando el «nosotros no teníamos constancia de nada». Y como tampoco quiero hacer demasiado hincapié en las interminables obras realizadas en un Martínez Valero inaugurado en el año 1976, pero que carecía de «Licencia de Apertura» hasta estos días. Pero sigan ustedes ahí, sin marcharse, intentando arreglar el desaguisado. No vaya a ser que un día cuando ya no estén, haciendo limpieza general, se desempolven cosas que aún ni sabemos. Y por no entrar en materia, me centraré en la campaña 2013/2014, y en la pésima planificación deportiva de la Presidencia y Secretaría Técnica del club.
 
La amistad entre Directiva, Comisión Deportiva y afición, parece irreconciliable.
Pero no han de extrañarse, señores directivos, deben tener en cuenta que es posible, que la gran mayoria tenga un poco de razón. Al fin y al cabo es una mayoría, que cada semana se sienta en su incómodo asiento de la grada del Martínez Valero a gritar, aplaudir y animar, al equipo que defiende los colores de sus amores. El Elche CF.
El primer día de la venta de abonos, con cientos de aficionados agolpados en el Estadio, los afortunados pudieron conseguir su abono tras 8 largas horas de espera; hasta que alguien pensó en instalar un sistema de turno y cita previa para días posteriores. El argumento de quienes gestionan esto fue «nos hemos visto desbordados». Claro está, quien iba a pensar, que después de 24 años, los aficionados iban a querer sacar rápidamente su abono para ver al Elche en Primera…
 
Esa afición que en pleno verano hacía un esfuerzo económico sin importarle la que se venía encima; y ya había retirado 24.000 abonos en las taquillas del Estadio para ver a su Elche en Primera, un cuarto de siglo después. 24.000 personas que han pasado por caja y que no han podido comprar una camiseta del Elche, porque la tienda estaba cerrada por obras, y las nuevas equipaciones pendientes de llegar de China. El Marketing les quedará para Septiembre, señores directivos.
Y llega Julio y Escribá, al que se le había prometido un proyecto serio para quedarse, se encuentra con que no hay nada nuevo con respecto al año pasado. Y entonces el valenciano, por primera vez en un año, levanta la voz y se pone en su sitio. Ya se sabía desde el mes de Mayo que el Elche jugaría en Primera, pero no había ningún refuerzo acorde al nuevo proyecto deportivo, aún habiendo tenido cinco semanas más de antelaciñón con respecto al Almería, por ejemplo; para planificar una temporada en la máxima categoría. Entones a la Comisión Deportiva, esa que han profesionalizado, le entran las prisas y confecciona una escuadra a la desesperada en tan solo dos semanas.
Jugador que sonaba para el Elche, jugador que se iba incorporando a las disciplinas de otros equipos. Aquí el argumento fue «las negociaciones en Primera son más difíciles que en Segunda». Acabamos de ascender y somos la «Cenicienta»; tenemos deudas pendientes y no vamos a quedarnos con el agua al cuello por si, en caso de un hipotético descenso, las enormes fichas nos acaban ahogando si perdemos la categoría.

Hasta aquí todo correcto.

El problema viene cuando incompetentes en la gestión, deben gestionar 12 millones para completar una plantilla que pueda competir al nivel de los más grandes. Y es entonces cuando nos acordamos del «NO» a Xumetra, cuando el extremo catalán limpió el camino a los que vendrían despues y pago los platos rotos; pidiendo 500.000 euros de sueldo para no ir al Levante y se le comunicó que era demasiado dinero para un club que rara vez había pasado de los 300.00 en los últimos años. Pero eso fue mucho antes de que se dieran cuenta de que ahora las cosas ya no eran como hasta entonces las habían conocido. Y se empiezan a manejar datos que rozan el millon en el caso de Botía, de más de medio millón en el caso de Sapunaru (ficha que se duplicará durante los dos próximos años); más de 900.000 en Javi Márquez, etc. Es legítimo pagar fichas así en Primera. El error vino en negárselas a otros que sí eran jugadores de peso en la plantilla. La planificación deportiva también les quedará para Septiembre,señores directivos.
Y arranca la Liga un buen día del caluroso Agosto; y pasan los partidos hasta que llega el segundo día del mes de Septiembre, y toca recuperar asignaturas pendientes, como tantos estudiantes y futuros profesionales de la educación en este país. Pero aquí nadie estudia la situación, ni hay profesionales, aunque digan que lo son. A falta de un central, un extremo derecha y un delantero centro para completar la plantilla; al segundo día de Septiembre, nuestro presidente comunica que, a las 12 de la noche cuando se cierre el mercado, no llegará nadie para reforzar, pues el presupuesto está agotado.
Agotado en jugadores que hasta el momento han aportado más bien poco, pero se han asegurado una buena ficha. Han provocado que para Escribá, mirar al banquillo en busca de un revulsivo en las segundas partes, sea una batalla perdida de antemano. Y así llega nuestra Directiva y Comisión Deportiva al mes de Septiembre, para volver a suspender en planificación. En Enero tendrán otra oportunidad.
La otra asignatura pendiente era el Márketing; a principios de mes ya estaba la tienda oficial abierta, con las nuevas equipaciones disponibles. Pero el primer día, otra nueva decepción, pues si tu talla no era la M ni la L, tampoco podías comprar la camiseta de tu equipo. Y llega el día de anunciar los precios para la visita del Real Madrid, donde se había anunciado a bombo y platillo que el abonado «no sufriría para pagar los precios»; y no sufrirá tras rectificar su enésimo error inicial, que fue proponer por la mañana unos precios totalmente desorbitados y fuera de lugar en una ciudad que en el mes de Septimbre lo pasa mal económicamente. Unas horas después, a media tarde, los precios rectificados y la posibilidad de cambiar el asiento al Anillo Superior, ya son más razonables. La presión popular borró de las pupilas de algunos, el símbolo del euro.
Sí, el símbolo del euro en unos ojos que miran las gradas del Estadio y no ven a miles de aficionados a los que no se les ha proporcionado una platilla equilibrada por agotar el presupuesto en otras cosas. Pero sí ven la posibilidad de ampliar los palcos vip, que se han vendido bien, para seguir recaudando.
Pero no se cierren solo en esa visión, señores directivos. Miren un poco más allá y podrán ver a miles de aficionados, sentados en su incómodo asiento de las gradas del Martínez Valero, para gritar, aplaudir y animar. Y cuiden a una masa social que se ha hecho muy extensa en estos años. Contraten profesionales de verdad, y dejen de ser un grupo de amigotes que han convertido al Elche CF en un juego de «Fútbol Fantasía», donde si se fracasa un año nada importa, la temporada que viene volveremos a jugar. Porque juegan con sentimientos de gente que SÍ ama lo colores de este club por encima del negocio que ustedes ven en él. Cuídenlos a todos, porque de no ser así, tal vez un día, cuando terminen de saludarse en su cómodo palco y se sienten para presenciar un partido del Elche, vean una grada mucho más gélida y vacía y todavía tengan la vergüenza de preguntarse: por qué la afición un día dejó de respaldar un proyecto, quizás cuando este más lo necesita.
Dicho esto, iremos hasta el final con nuestros jugadores, sean los que sean; con nuestro entrenador y con nuestros sentimientos e ilusiones que nos mueven a ser y permanecer siempre, al lado de nuestro equipo. Porque ellos sí lo dan todo por defender lo que significa en su plenitud: ELCHE CLUB DE FÚTBOL.
Escrito por @david_jimenez3 en colaboración con @YoSíSéDeFútbol