Hace algún tiempo, las rondas finales de la Champions eran copadas siempre por equipos ingleses, el Liverpool de Benítez, el Chelsea de Mou, los “Red Devils” e incluso hasta el Arsenal.
Sin embargo, hace bastante tiempo que no vemos eso, tan solo Chelsea y Manchester United han dado la cara en las últimas ediciones de la Champions (Y no siempre)
Sin embargo, esta temporada las sensaciones que dejan los equipos son diferentes, así si la fase de grupos terminara hoy mismo, todos los equipos ingleses estarían clasificados.
El Manchester, tras el cambio de entrenador, y de era, ha empezado con dudas, pero saca los partidos adelante gracias a que el gen competitivo que les implantó el amigo Ferguson continúa en su ADN ganador. Así, vencieron a la Real Sociedad sin demasiado esfuerzo y se mantiene líderes de su grupo con 7 puntos.
El Chelsea es un caso similar, el año pasado hizo una campaña muy decepcionante en la Champions. El vigente campeón quedó eliminado en la fase de grupos. Con la vuelta de Mourinho, el equipo se ha reencontrado consigo mismo y ha vuelto por sus fueros, un juego intenso y físico destrozó al Schalke 04 que no pudo hacer nada ante los Blues, dos goles de Torres y otro de Hazard bastaron al Chelsea para colocarse también líderes de su grupo.
Si Chelsea y Manchester United están líderes de sus respectivos grupos, no ocurre los mismo con Arsenal y Manchester City.
Los discípulos de Wenger llegaban con mucha ilusión al choque contra el Borussia tras el gran inicio liguero, pero sus esperanzas fueron destrozadas por los goles de Mkhitaryan y del polaco Lewandowsky, el gol del Arsenal fue obra de Giroud.
Ozil Controla el balón en el partido contra el Borussia