La visualización es uno de los procesos mentales imprescindibles que el jugador de fútbol debería desarrollar y entrenar en la misma medida que los demás aspectos deportivos. Esta habilidad mental, requiere que el jugador sea capaz de imaginarse a sí mismo, en las distintas situaciones por las que puede pasar durante el transcurso de un partido. Se trata de un ejercicio de relajación, donde el futbolista tiene poner a punto todos sus sentidos; ver, oír, sentir, como una forma de percibir una acción futura o una jugada imaginada. Por poner un ejemplo, los pilotos de fórmula 1 visualizan el circuito antes de cada carrera y automatizan cada acción que deben llevar a cabo durante el transcurso de la misma.
           
Es cierto, que en el caso del mundo del fútbol, un partido no puede predecirse o adivinarse, pero con la ayuda del entrenador y de algunas de sus herramientas, pueden facilitar al jugador desarrollar esta capacidad. Por tanto, ¿Cómo puede ayudar el entrenador?
La mayoría de los entrenadores, estudian minuciosamente al rival de cada encuentro, lo que técnicamente se denomina como realizar un “scouting del rival”. De esta forma, estudian las jugadas, los jugadores rivales, como se mueven por el campo, como suben, bajan, atacan, defienden, la forma que tienen de presionar con o sin el balón, etc. Todo esto lo hacen a través de la visualización de vídeos y partidos que más tarde expone al grupo para que cada uno de sus jugadores conozcan al máximo detalle al equipo contrario, exponiendo los objetivos que se desean cumplir durante el desarrollo del partido y cuales son los  ejercicios que se deben realizar durante las sesiones de entrenamiento, para reforzar aquellos objetivos.

A partir de aquí, es el jugador el que debe hacer el esfuerzo de entrenar esta habilidad mental. Lo que el futbolista debe saber, es que la visualización debe utilizarse en momentos clave, para que se lleve a cabo con éxito. Estos momentos son:
                -Antes, durante y después de cada entrenamiento.
-Momentos antes del partido, para relajarse y repasar el plan de juego expuesto en cada entreno y las claves del scouting del rival facilitado por el entrenador.
-Durante el partido, para ensayar los movimientos y los cambios que pueden producirse en el partido y anticiparse a lo que pueda ocurrir.
-Y por último, después de cada encuentro, para repasar y evaluar aquellas acciones que se han realizado de forma correcta y aquellas que no se llevaron a cabo correctamente.
Todas estas claves, son importantes a la hora de aumentar la confianza del jugador, ya que visualizar las jugadas y anticiparse a ellas aporta seguridad en el juego del futbolista. Y por otro lado, ayuda en el control del estrés que puede producirse antes, durante y después del encuentro.
¿Cómo ayudar a que el jugador prepare la visualización? En primer lugar, el futbolista debe ponerse cómodo, en un contexto adecuado e íntimo y cerrar los ojos. Seguidamente debe efectuar ejercicios de respiración lentamente, buscando un clima corporal relajado. En último lugar, debe imaginarse a él mismo fuera de su cuerpo, como si se observase en una película y debe esforzarse en recrear poco a poco las imágenes, las sensaciones que suele sentir durante los partidos, los sonidos, etc.
En este fase, el psicólogo tiene que incidir en que todas aquellas visualizaciones deben ser positivas, para reforzar la autoestima y autoconfianza del jugador, sabiendo que si se equivoca durante alguna jugada mental, puede parar el proceso y repetir el ejercicio de forma correcta.
                Estos ejercicios de visualización, contribuyen a sí mismo a que el entrenador junto con su equipo, sean capaces de elaborar jugadas ensayadas que finalmente inclinen la balanza del triunfo al equipo. No solo se obtiene un beneficio a nivel individual, sino que también se obtiene a nivel grupal de todos los que conforman el equipo. No obstante, es un proceso complicado cuando se comienza a realizar el aprendizaje de esta habilidad, pero con el tiempo produce cambios positivos en los jugadores:
                -Mejora el rendimiento.
-Facilita que las jugadas de anticipación que se realizan durante cada entrenamiento, se lleven a cabo satisfactoriamente. Ya que el jugador las ha practicado tanto física como mentalmente, se han interiorizado.
-Proporciona seguridad y confianza tanto a nivel de grupo como a nivel individual, en los enfrentamientos contra el rival.
-Evita la frustración y el estrés cuando se producen errores, ya sean durante el entreno o durante el transcurso del partido. (Fomenta el pensamiento y la actitud positiva)

En definitiva, permite al entrenador utilizar un patrón táctico y técnico más amplio, permitiendo aprovechar la diversidad de capacidades entre sus jugadores, sacando partido de la habilidad de cada uno de ellos. Del mismo modo, el futbolista se siente reforzado emocionalmente y con más confianza, lo que reporta a sí mismo en beneficios para el grupo y por consecuencia, en el nivel de juego del equipo.
                                                               La visualización es el mejor entrenamiento para la fuerza mental.