Al final llegó la llamada. De rebote y quizá tarde. De rebote porque lo permitió la lesión de David Villa en el último partido del Atlético en el Calderón. Tarde porque entre que la Selección se afanaba en encontrar el delantero necesario entre los delanteros de siempre y los contertulios llenaban los espacios deportivos con Diego Costa (Brasil, España, España, Brasil), nadie parecía acordarse de Miguel Pérez Cuesta. Pero al final, llegó la llamada.
Miguel Pérez Cuesta. Michu. Aquel chaval que salió libre del Celta para marcharse al Rayo Vallecano y coronarse con 17 goles en 39 partidos, al lado, precisamente, de Diego Costa, del que tanto se habla en los últimos días como pieza clave para el combinado nacional.
Después llegó lo inevitable. Poco más de dos millones y Michu se marchaba de España. Incomprensible, si. Aterrizaba en el Swansea de Michael Laudrup. El equipo galés al que ya se le conoce como Spanish Swansea después de que pasaran a integrar su plantilla no sólo Michu, sino también Rangel, Pablo Hernández (Valencia), Chico Flores (Mallorca), Alejandro Pozuelo y Cañas (Betis) y Álvaro Vázquez (Getafe).
Si el Rayo Vallecano había sido un punto de inflexión en la carrera de Michu, la explosión llegó en el equipo de los cisnes. En su primera temporada anota 18 goles en 35 partidos de la Premier, por detrás de grandes figuras como Van Persie, Bale o Luis Suárez. Y, por supuesto, también conoce la gloria de saborear un título. El 24 de febrero de 2013, el Swansea se proclama campeón de la Capital One después de ganar al modesto Bradford por 0-5 en Wembley (gol de Michu incluído). De paso, también se clasificaban para la Europa League, en la que, por el momento, andan con paso firme.
Ahora Michu tiene una oportunidad única para demostrar que es una buena alternativa. Sus números con el Rayo no fueron casualidad. Eso es algo que ha corroborado en el Swansea. Es un jugador que vive un continuo romance con el gol, que se mueve como pez en el agua en el punto de penalty y cuya habilidad para cazar balones y meterlos dentro de la red está fuera de toda duda. Ahora bien, si a la competencia de Soldado y Negredo le sumamos todo el lío montado alrededor de Diego Costa, su continuidad en el combinado nacional se hace muy cuesta arriba. Habrá que esperar. De momento, esperemos que pueda disfrutar de la llamada de Del Bosque.
Álvaro Ramírez
 
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