Nadie puede negar que con el paso de los años, el precio de cotización del mercado futbolístico se ha disparado de manera sobrenatural. Seguramente debido al poder adquisitivo de las compañías televisivas y a los derechos de marketing de cada club, incrementando de esta manera el fanatismo sobre el deporte rey europeo.
            De todo ello se han hecho eco los clubes más poderosos económicamente del panorama internacional (ManU, Chelsea, PSG, Barcelona, Real Madrid, Mónaco y un largo etcétera).
            Haciendo especial hincapié sobre el conjunto madrileño debemos tener en cuenta fichajes multimillonarios que acentuaron la repercusión periodística y mediática hace un par de lustros. Fichajes como el de Figo, que consiguieron que un presidente se ganara la aclamación popular y llegase a ejercer como mandamás. Zidane, con quien se tasó el precio más elevado en esa época por un futbolista. Ronaldo, por el que se pagó 45 millones de euros, para muchos bien pagados, pero sin olvidar que salía de una gravísima lesión de rodilla. Y como no, Beckham, que se consideró la guinda al proyecto de los “galácticos”, etiqueta que portó por todo el mundo, sin cosechar títulos, pero dejando cantidades desorbitadas de dinero en las arcas madrileñas. Sin duda una magistral lección de marketing del archiconocido Florentino Pérez.
            En los últimos años se apostó por un proyecto futbolístico, donde imperaban jugadores de calidad, sin olvidar el sacrificio y sudor por la camiseta, cosa que se les reclamaba a sus antecesores. Fichajes poco conocidos como los de Di María, Özil, Xabi Alonso, cayeron de pie en el Bernabéu, conformando un equipo duro y dinámico. Sin olvidar el toque característico del presidente, citado anteriormente, que desembolso la friolera de 150 millones de euros por dos jugadores: Cristiano Ronaldo y Kaká. Lástima que el último saliese rana.
            Hoy en día el debate vuelve a reabrirse con la incorporación de Gareth Bale. Para unos, el fichaje más caro de la historia del fútbol, mientras que para otros, la cifra no llega desbancar a CR7 de su codiciado puesto. Y es que ahora más que nunca en época de vacas flacas, todo el mundo pone en tela de juicio estas magnitudes.
            Cada uno tendrá su honesta opinión sobre este tema, yo, personalmente tengo la mía. Mi único objetivo es hacer llegar a cada lector esta información y abrir una vez más si cabe el debate. ¿Planificación deportiva o simplemente mediática?
                                                           M. Ángel Hurtado Salvador (@MigueHurtado)