EN una temporada en la que ni Barça ni Madrid parecen estar en su mejor momento, todavía pendientes de adaptarse a sus nuevos técnicos, el PSG emerge como una alternativa viable, y muy posible a los dos equipos, con permiso del Bayern con mejor plantilla de Europa.
Argumentos tiene de sobra el PSG.
Las opciones del PSG de ganar la Champions, pasan, cómo no, por su mejor hombre, el sueco Ibrahimovic, que está en el mejor momento de su carrera. Y esto, hablando del amigo Zlatan, es mucho hablar. Las enchufa de todos los colores, vaselina, tacón, chutazo desde fuera del área, slalon, pared con sus compañeros, etc…
Sin embargo, Zlatan, a pesar de su personalidad no es un llanero solitario ni una isla aislada en el juego del PSG, está rodeado por grandísimos jugadores, empezando por su compañero de delantera, fichado este verano por la friolera de 63 milloncejos de euros, Edinson Cavani.
En el Centro del campo nos encontramos con otros jugadores capaces de marcar la diferencia, como Pastores, Lucas Moura, el transalpino Verratti o el jugador más “underrated” del mundo, Matuidi.
EL morenito Matuidi merece una mención especial, ya que en un equipo plagado de estrellas rutilantes, él es que hace el trabajo sucio, recupera balones y equilibra al equipo. Es, en cierta medida el heredero de Claude Makelele.
Si en ataque, el PSG es un equipo temible, la defensa no le va a la zaga. Las temporadas anteriores era una de las zonas más flojas, sin embargo este año los jeques se han puesto las pilas y han fichado muy buenos jugadores para apuntalar la defensa.
Llegó Marquinhos, un jovencísimo central proveniente de la Roma, su precio fue de unos 37 millones de euros, lo que le convirtió en uno de los defensas más caros del mundo. De hecho su precio solo fue superado por su compañero Thiago Silva.
También llegó una joven promesa del Lille, el lateral izquierdo Lucas Digne, para reforzar una posición en la que solo había un jugador de garantías.
Defensa rocosa, un centro del campo con calidad de sobra para hacerse con el control absoluto del partido, y dos delanteros de clase mundial, y si a esto le unimos la llegada de un técnico como Laurent Blanc con experiencia en el fútbol de máximo nivel vemos que el equipo del jeque Tamim Bin Hamad Al Thani puede, y debe, aspirar a todo por calidad individual, inversión y respaldo.
No sabemos si al final el PSG ganará la Champions, pero una cosa es segura, nos dejará muy buenos partidos.
En fin, sentaos y disfrutad